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Nacer de nuevo

Pedaleo post COVID-19 por las vías del tren de Chacras de Coria.

No me veas desde la distancia
No veas a mi sonrisa y pienses que yo no sé
qué hay abajo y detrás de mí
No quiero que me veas y pienses
que lo que está dentro de ti está en mí
Lo que está dentro de mí es ayudarles a ellos
 
Matanza y groserías
deberíamos utilizar
en los que practican encantos perversos
por la espada y la piedra
Malos hasta los huesos
La batalla no se ha terminado,
incluso cuando se gana
Y cuando un niño nace en este mundo
no tiene ningún concepto
del tono de la piel en la que está viviendo
 
No es un segundo
7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
Estaré esperando
No es un segundo
7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
 
Estaré esperando
Estaré esperando
Estaré esperando
 
Y cuando un niño nace en este mundo
no tiene ningún concepto
del tono de la piel en la que está viviendo
Y hay un millón de voces
y hay un millón de voces
para decirte lo que deberías estar pensando
Así que es mejor que tomes sobriedad por un segundo
 
7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
Estaré esperando
No es un segundo
7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
Estaré esperando
Estaré esperando
Estaré esperando

7 segundos, Neneh Cherry , Youssou N’Dour,  
Cameron McVey y Jonathan Sharp. Del álbum The Guide

Neneh Cherry explicó que “7 Seconds”, temazo que interpretó por primera vez con el senegalés Youssou N’Dour en 1994 y que movilizó conciencias en el mundo entero, “se refiere a los primeros siete segundos en la vida de un bebé, en los cuales todavía no palpa los problemas o indicios de violencia propios de nuestro jodido mundo”.

Esta oda al antirracismo (que se interpreta en inglés, francés y wolof –dialecto senegalés–) es una súplica al mundo para que se entienda que un inocente niño, al nacer, no sabe de diferencias de razas o ideologías y es canallezco discriminarlo o dañarlo por su color de piel o por las ideas de sus padres.

Recordaba esta belleza de balada el domingo pasado cuando, luego de padecer el maldito coronavirus COVID-19, salí por primera vez a pedalear muy tranquilo por las ciclovías del Gran Mendoza. Es que, además de deleitarme con sus acordes, paradójicamente, en plena adultez, volví a transitar los “7 segundos” que viví cuando abandoné la calidez del vientre materno… Fue un “nacer de nuevo” ya que, luego de la relativa comodidad de casi 20 días de encierro hogareño, temeroso, tomé contacto con el “mundo exterior” de la manera que más me gusta, ni más ni menos que sintiendo la libertad que me proporciona el aire golpeándome en la cara cuando corro o pedaleo…

Una vez que pisé la calle, y tras un lapso de felicidad de no más de 7 segundos, percibí que la cabeza se me llenó de mortificantes preguntas como ¿es correcto salir prematuramente a ejercitarme?; ¿cómo responderá mi cuerpo al someterlo de nuevo al esfuerzo?; ¿me sentiré bien ante la hostilidad de una atmósfera asfixiante por la incertidumbre de una sociedad harta por las consecuencias de una pandemia que nunca imaginó padecer?

Escribo estas líneas no sólo para compartir mis dudas existenciales post-COVID-19 sino para advertirles a mis lectores que si sufren esta maldita enfermedad tengan mucho cuidado luego de la cuarentena obligada ya que, cuando retomen sus actividades diarias, experimentarán la agresividad que, por estos locos días, reina en el ambiente.

Los estudios indican que el coronavirus que tiene en jaque a la humanidad posee la “capacidad potencial de causar lesión cardíaca (probable miocarditis) incluso en asintomáticos o en los que tuvieron síntomas leves”.

Por lo tanto, es imprescindible que los atletas, antes de incorporarse a su vida deportiva, se sometan a completos estudios médicos y luego retomen los ejercicios de forma muy gradual y bajo supervisión profesional.

Lo que viene

Dentro de poco, Mendoza Corre comenzará a publicar una serie de notas con las investigaciones que indican los peligros que implica no tomar los recaudos necesarios al volver a la actividad física tras padecer COVID-19.

El domingo, luego de padecer COVID-19 salí a pedalear tranquilo. Hice mal, primero debí hacerme los estudios médicos correspondientes. Foto: selfie Claudio Pereyra Moos.

Foto de tapa: gentileza

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.