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Las “poleas” de nuestros pies

Hay determinados movimientos de nuestro cuerpo que, por tan “comunes”, los tenemos tan “naturalizados” que no nos damos cuenta cómo funcionan ni la importancia que tienen para nuestra salud y buen rendimiento deportivo.

Seguramente que la mayoría de los runners no sabemos que nuestros pies trabajan como “poleas” y que de su correcto funcionamiento depende no sólo un trote eficiente, y por lo tanto mejores resultados en nuestros objetivos, sino también la salud de nuestras articulaciones.

Ese trabajo de los pies es el llamado Mecanismo de Windlass (MW) que, para entenderlo bien, hablamos con la podóloga de Mendoza Corre Cecilia Fernández (*).

Nuestra profesional, en una productiva entrevista, nos explica qué es el MW y cómo funciona. También nos enseña cómo determinar si anda bien para, eventualmente, recibir un tratamiento.

Este gráfico indica cómo funciona la «polea» de nuestros pies.

-¿Qué es el MW?

-Si lo tuviese que reducir a una oración, podría decirte que es uno de los mecanismos propulsores más importantes del cuerpo humano. En cada paso que damos, sea caminando o corriendo, se activa, facilitando que el pie despegue de forma eficaz y eficiente con el menor gasto de energía posible.

-¿Para qué sirve determinarlo en los runners?

-La estructura conformada por el calcáneo, la fascia plantar, los metatarsianos y los sesamoideos permite la adaptabilidad del pie a terrenos irregulares y su aportación elástica mejora la absorción de impactos, contribuyendo además al ciclo propulsivo durante la locomoción. Esto último es posible gracias a su similitud al trabajo de una polea de segundo grado.

Se inicia debajo del dedo gordo del pie (hallux) cuando lo llevamos hacia arriba como complemento de la elevación de talón. A partir de este momento, la cuerda de la fascia plantar se tensa, elevando el arco longitudinal interno y  convirtiendo al pie en una estructura compacta capaz de transmitir las fuerzas del cuerpo al suelo. A su vez, el calcáneo comienza un momento supinador, que rota externamente la tibia, la cual  influye sobre el fémur, cadera y lumbares facilitando la acción rotacional de todo el miembro y tronco que hará que la zancada sea más eficiente y económica.

-¿Por qué nos debe interesar este mecanismo?

-No sólo a los runners les debería interesar la integridad de este mecanismo, ya que su mal funcionamiento genera que el paso no transcurra según las leyes de la «marcha normal»: economía, eficacia, rítmica, sin dolor, asimétrica.

En el caso del corredor, el correcto funcionamiento de este mecanismo fisiológico le permitirá evitar lesiones y favorecerá la mejora del ritmo. En resumen, si al dedo gordo le cuesta moverse, el tobillo tendrá menor fuerza de propulsión, las rodillas se flexionarán de más y las caderas  se extenderán menos, resultando en un mayor esfuerzo muscular y un paso más corto.

-¿Qué consecuencias puede tener para un runner que dicho mecanismo no funcione bien?

-Las consecuencias pueden ser desde simples compensaciones del sistema osteomioarticular, tener una zancada más corta con una pierna que con la otra con su consecuente sobrecarga  de la musculatura, dolor en rodillas caderas o lumbares,  hiperpronación, fascitis plantar, aparición de hallux valgus, desgaste anormal del calzado, etc.

-¿Cómo determinamos si el MW funciona bien en los corredores o atletas?

-El proceso biomecánico fisiológico que se da en el mecanismo de MW es el siguiente:

MW pasivo: se produce cuando fijamos el primer dedo en el suelo  (pronación del antepie),  el arco plantar se eleva y contrae, el calcáneo rota externamente y la tibia también rota externamente. Si se dan todos estos eventos mecánicos de forma sincronizada el pie despega del suelo de manera más eficiente impulsando la pierna hacia adelante.

MW activo: este proceso se da durante la oscilación del pie activado por la contracción concéntrica del músculo extensor del primer dedo. Su función es evitar que los dedos contacten con el suelo, durante la  marcha o la carrera y decelerar la pronación y la flexión plantar que durante este momento de la marcha serían contraproducente.

MW inverso: este mecanismo se da durante la fase de apoyo medio del pie, momento en que la fascia plantar adquiere tensión en estiramiento. La función de este mecanismo es evitar el colapso del arco plantar y la hiperpronación.

Explicados estos momentos del MW podemos advertir que durante las fases de apoyo, pre despegue y vuelo del pie,  está activo. De ahí radica la importancia de que el corredor lo conozca y reconozca, porque a través de él se explican los distintos momentos y movimientos que ejecuta el pie y su correcto funcionamiento.

Uno de los requisitos, sino el más importante, es que el rango de movimiento de la articulación metatarsofalángica del primer radio (dedo gordo) sea apropiado. Para determinarlo se realiza un test muy sencillo de ejecutar que se denomina Test Jack  en el cual consideramos que el ángulo de flexión dorsal del primer dedo en carga es de aproximadamente 65° y en descarga de 90°. Además tenemos en cuenta otros parámetros como tensión de la fascia, rango de movilidad del tobillo, acortamiento de los gastronecmios. Pero lo que determina el principio biomecánico es el rango articular del primer radio.

-Si no funciona bien, ¿cómo se corrige?

-Si el rango articular del primer dedo está disminuido, claramente traerá complicaciones partiendo de la base de que es fundamental para ejecutar el MW de forma eficiente y eficaz. A su vez, el correcto funcionamiento de este mecanismo evita lesiones. Es decir que si es posible (y digo si es posible, ya que algunas patologías como artrosis no son corregibles) se debe prestar atención.

Un  ejercicio de aumento del rango articular es movilizaciones pasivas de la articulación, mediadas con calor y movilizaciones activas de la articulación. También pueden realizarse, si corresponde elongaciones de la fascia plantar, de gastronecmios, de peroneo lateral largo, etc.

En cualquier caso, hay que buscar el signo patológico y luego su fisiopatología, para establecer el mejor tratamiento posible. Esto quiere decir que primero determinaremos si hay una alteración en el MW y luego evaluaremos qué lo causó para poder ver, ahí sí, cuál sería el mejor método para tratarlo.

-¿Dónde se puede corregir?

-Hay muchos profesionales que tendrán su punto de vista para trabajar sobre este tema: kinesiólogos, traumatólogos, deportólogos, osteópatas  e incluso podólogos ya que podemos dar un enfoque desde el punto de vista de ortesis plantares, así como calzado para mejorar las condiciones del atleta, según la etapa en que se encuentre. En Kineart, con el equipo de podólogo y kinesiólogo que tenemos podemos tratar esta patología. Estamos en San Juan de Dios al 140 de Dorrego, contactos: vía WhatsApp al 2614310440 o mail kineartmendoza@gmail.com.

Podóloga Cecilia Fernández.

(*) Cecilia Fernández es podóloga con título universitario (matrícula 309). Entre sus principales antecedentes, es docente de la cátedra de «Ortopodología» de la Universidad Maza, donde también estuvo a cargo de la cátedra «Podología Deportiva”. En su currículum también figura ser docente de «Prácticas Profesionalizantes» del I.E.S. 9021 y ser actualmente la responsable del consultorio Podología Integral Cuyo sito en San Juan de Dios 140, esquina Florida, de Dorrego.

Foto de tapa: gentileza Nico Lancellotti (NL Fotos)

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.
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