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¡Cuidado! ¡Época de zonda!

Los dos fines de semana pasados los runners sentimos en serio este fenómeno meteorológico ya que, paralelamente, se corrieron importantes competencias. Te contamos qué es el temido viento seco y te damos algunos consejos sobre qué hacer cuando sopla.
Cuando hay zonda no hay que correr. Ph: Antonio Tello Vargas.

Estamos en el período del año donde el zonda acecha intimidante sobre nuestra provincia. El doctor en meteorología Federico Norte explica que este molesto viento seco se registra, principalmente, entre mayo y noviembre, con mayor frecuencia en el lapso de mayo a agosto.

A nivel salud, está comprobado que las ráfagas del zonda levantan mucho polvo, produciendo afecciones en los ojos y vías respiratorias y que suele estar asociado a síntomas de languidez, angustia, dolor de cabeza, depresión y falta de coordinación.

Por eso es fundamental que los runners entendamos qué hacer cuando el zonda se hace presente tanto en el llano como en altura (precordillera) ya que el esfuerzo que hacemos al correr se multiplica por los efectos de la sequedad del ambiente, principalmente.

¿Qué es el zonda?

Antes que nada, debemos saber en qué consiste este fenómeno meteorológico para, en consecuencia, estar mejor preparados para enfrentarlo.

Norte explica que el zonda “es un viento caliente y seco que sopla en el occidente de la Argentina, a sotavento de la Cordillera de Los Andes, entre los 38 grados de latitud sur y el sur de Bolivia. Pertenece al grupo de los vientos que descienden desde la cresta de la montaña al valle o el llano”.

El doctor detalla que “la climatología del fenómeno muestra una distribución anual con un máximo en invierno. La mayoría de los casos ocurren entre mayo y noviembre y más de la mitad de los eventos se registran entre mayo y agosto (otoño-invierno). La mayor o menor frecuencia está condicionada a la altura sobre el nivel del mar y a la distancia de la localidad respecto de la cordillera y precordillera”. Este viento “tiende a soplar con mayor frecuencia de tarde, a la hora de la temperatura máxima y con menor frecuencia de madrugada, con un mínimo a la hora de salida del sol… En la montaña, inversamente a lo que sucede en el llano, las horas de mayor frecuencia corresponden a los momentos posteriores a la salida del sol. Esto podría ser consecuencia del efecto de la brisa montaña/valle. En los niveles más altos el viento presenta mayor rafagosidad”.

El profesional, además, acota que “hay muchos casos de viento zonda en la montaña que no aparece en el llano. Este es el llamado ‘zonda de altura’. La nubosidad del tipo ‘altocumulos-lenticularis’ en forma de lenteja, almendra o plato volador identifica visualmente a este fenómeno”.

Norte agrega que “el calentamiento diurno influye sobre el aire frío de capas bajas y disminuye su contraste térmico, permitiendo la irrupción del viento en el llano. En la montaña, inversamente a lo que sucede en el llano, las horas de mayor frecuencia corresponden a los momentos posteriores a la salida del sol. Esto podría ser consecuencia del efecto de la brisa montaña/valle. En los niveles más altos el viento presenta mayor rafagosidad”.

Así se presenta el cielo cuando hay zonda.

Qué hacer cuando hay zonda

Antes que nada, tenés que consultar periódicamente los pronósticos del tiempo. Hoy en día sobran los sitios web y las apps especializados y sino, en todas las radios de noticias, a la mañana temprano, tenés certeros informes de profesionales de la meteorología. Lo mejor ante el zonda es estar informado para anticiparse a sus consecuencias.

Si hay zonda en altura hay que tener en cuenta que lo mismo afecta nuestra salud. Entonces, si decidimos salir a entrenar, primero que nada, no hay que descuidar, bajo ningún punto de vista, la hidratación antes, durante y después del trote. Más que nunca hay que salir a correr con agua y/o bebidas isotónicas en nuestras mochilas con camel bags o en los cinturones porta caramañolas. El líquido hay que beberlo de a sorbos cada 15 minutos, aproximadamente, para consumir unos 500 mililitros cada una hora. Al bajar drásticamente la humedad, nuestro cuerpo pedirá más agua de lo normal, por lo que es fundamental hidratarse.

También es muy importante salir con una gorra o buff en la cabeza, anteojos para proteger los ojos del sol y el polvo, protector solar (la radiación puede ser alta) y pañuelo o buff para cubrir boca y nariz por si el viento baja al llano.

Si empezamos a correr y nos empezamos a sentir muy mal por el zonda en altura bajamos el ritmo paulatinamente y dejamos el ejercicio para una mejor ocasión (calles, montañas y senderos siempre estarán).

Opinamos que, aún con zonda en altura, no es conveniente entrenar, especialmente los atletas que recién empiezan en el arte del trote. Ante ello, es fundamental escuchar la opinión de nuestros entrenadores o escuchar a la gente experimentada tanto en el pedestrismo como en la salud.

Obvio que si el zonda baja al llano hay que “guardarse” porque una rama, o cualquier otro objeto, puede impactar en nuestra humanidad.

Fotos: gentileza Antonio Tello Vargas.

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.