La situación de Venezuela es muy preocupante porque a la crisis humanitaria que sufre desde hace años por el desgobierno que padece se le suma la incertidumbre que ahora acarrea el coronavirus.
Esa conclusión la sacamos a partir de una charla que mantuvimos, vía WhatsApp, con la exponente del trail venezolano Deisis Zarramera, quien no pudo ocultar su angustia a pesar de la típica buena onda caribeña que naturalmente brota de su voz.
Con la amiga de Mendoza Corre quisimos conversar de cómo afecta al trail de su país la pandemia que tiene a maltraer al mundo. Sin embargo, la entrevista, indefectiblemente, derivó hacia la tremenda crisis política, económica y social que sufre Venezuela desde hace una década.
“Asustada”
Al preguntarle cómo atraviesa su país la crisis del coronavirus, Deisis contestó que “se vive con los nervios de punta… Deseando que no llegue el coronavirus.
Estoy –subrayó– un poco asustada, porque la situación en Venezuela es crítica sin el coronavirus. Y aún más preocupada en un país como éste que tiene una situación tan terrible con los servicios médicos… (Sin el coronavirus) las personas se están muriendo en los hospitales y (para el gobierno) todo está bien…”
La vida en cuarentena
La atleta puntualizó que la cuarentena empezó “el lunes 16 de marzo a las 5:00 AM como ‘Cuarentena Colectiva’, ordenada por el gobierno en disputa de Venezuela (N. del R.: está el gobierno del dictador Nicolás Maduro y el de Juan Guaidó proclamado por la Asamblea). Fue para siete estados del país, incluyendo Caracas. La medida estipuló la suspensión laboral, escolar y legal. Luego de dos días, se extendió a nivel nacional”.
También contó que la gente se levanta “temprano para salir a comprar si nos falta algo de comer… Lo básico, porque después de las 12 AM cierran los negocios y ya no podemos estar en la calle”.
Ingenio trail runner
La caraqueña consignó que a los trail runners el encierro “nos ha pegado; por ejemplo a mí me hace falta salir a las montañas… Para no perder la forma física hacemos lo que hacen muchos, nos ingeniamos para entrenar en casa: fortalecimientos musculares, estiramientos, yoga, abdominales, etc.
A pesar de todo –afirmó–, tratamos de disfrutar. Siempre buscamos la parte positiva… Por ejemplo, yo vivo en un edificio de 14 pisos con la suerte que resido en el último. Así entreno cuando no voy a la montaña: subo y bajo las escaleras más de 15 veces. Los vecinos se sorprenden”, concluyó a las carcajadas.
“Sin gasolina y alimentos”
La trail runner destacó que encima “ahora estamos sin gasolina… Parece mentira que una Venezuela petrolera esté pasando por esto. Las colas inmensas de carros, horas y horas para poder llenar el tanque de gasolina…”
Su relato no quedó ahí nomás sino que también describió otros padeceres porque “para muchos venezolanos no es posible hacer una compra de alimentos para guardar (ante el encierro), principalmente por sus elevados precios. Muchos comerciantes se aprovechan de la situación”, aseguró.
Control estricto y rezos
La corredora de montaña describió que “las policías han impuesto un control estricto en los sectores de clase media de Caracas, donde las calles han permanecido desoladas. Sólo los supermercados y las panaderías reúnen gente, en filas con un metro de separación entre cada persona y todos con guantes y tapabocas. A los que no tienen guantes y tapabocas no los dejan entrar a los comercios y los bajan de las camionetas de pasajeros… Cosa que estoy de acuerdo porque tenemos que seguir las normas para el bien de todos, aquí como en todo el mundo”.
“Rezamos y le pedimos a Dios que nos proteja a todos”, concluyó.
Saludos desde Caracas
A continuación, un video de la trail runner Deisis Zarramera saludando a los lectores de Mendoza Corre:
Librado al azar
Por Claudio Pereyra Moos
En lo político, Venezuela tiene dos gobiernos, el de Juan Guaidó y Nicolás Maduro. Éste último, enquistado en el poder únicamente con el apoyo de las fuerzas armadas a partir de unas elecciones cuestionadas en su legitimidad, reprime al pueblo y ataca y persigue a los opositores. Salvo el apoyo de Cuba, China y Rusia, está aislado del mundo.
En lo económico padece de hiperinflación crónica desde hace años y sufre desabastecimiento permanente de productos básicos, alimentos incluidos. Tiene el sistema de servicios colapsado, con cortes de luz y agua frecuentes e, increíblemente, a pesar de ser la segunda reserva mundial de petróleo, el pueblo no puede abastecerse de combustibles. La inseguridad es terrorífica, con uno de los índices más altos de homicidios del mundo y donde el narco se florea por los suburbios de las principales ciudades.
El sistema de salud merece un párrafo aparte porque cada vez tiene menos profesionales ya que emigran por la crisis y porque no tiene insumos, ni siquiera los básicos, como gasas y algodón.
Todo este cóctel derivó en una de las crisis humanitarias más dramáticas de Latinoamérica ya que unos 5 millones de venezolanos emigraron desesperadamente al resto del continente o incluso a Europa en busca de un mejor porvenir.
En medio de este panorama tétrico, el pueblo hermano está esperando recibir a la pandemia del coronavirus.
Está librados al azar.
Fotos y video: gentileza Deisis Zarramera
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