El próximo domingo, desde las 8:45 de la mañana, se correrá la Media Maratón Canota Villavicencio, los 21K de calle más difíciles del país ya que discurren en constante subida con un salvaje desnivel positivo que ronda los 900 metros.
El circuito de la competencia discurre enteramente por la Ruta Provincial 52, partiendo unos 4 kilómetros (km) antes del histórico monumento Canota, atraviesa la reserva que le da nombre a la competencia (caracoles incluidos) y concluye a la altura del histórico hotel Villavicencio.
La «Canota Villavicencio», tal como se la denomina coloquialmente en el ambiente del pedestrismo mendocino, es una de las pruebas que nunca debe faltar en el «currículum vitae» de todo runner de ley, porque implica un desafío tanto físico como mental que tiene como recompensa correr en un ambiente perfumado por la flora autóctona mendocina, adornada por paisajes de montaña inigualables.
Cabe acotar que esta carrera, que este año va por su 25° edición, además de los 21K, ofrece 10K, y es organizada por la Asociación Maratonista de Veteranos (AMaVeT), una de las ONG deportivas más tradicionales del atletismo mendocino.
Detalles de un mito del running
- Todavía te podés inscribir a la Media Maratón Canota Villavicencio.
- Para ello tenés que comunicarte, vía WhatsApp, al 2615044925, donde te indicarán cómo tenés que hacer para pagar la inscripción.
- Los costos son $10.500, para los 21K, y $9.500, para los 10K.
- Con la inscripción a cualquiera de las distancias te harás acreedor de un par de medias técnicas, más un kit con otros regalos.
- Las acreditaciones serán el sábado que viene, de 11 a 18 horas, en el Auditorio Alameda, sito en avenida San Martín al 2030 de Ciudad (click acá para la ubicación).
- Es importante tener en cuenta que el día de la carrera no se realizarán inscripciones y que antes de la largada solamente se acreditará a los runners de zonas alejadas al Gran Mendoza, como el Este, Sur o Valle de Uco.
- Tanto en las largada de los 21K, como de los 10K, habrá personal que cuidará el auto de los runners. Para regresar al punto de partida a recuperar el vehículo, todos los años se recurre a la camaradería de la «familia de AMaVet» ya que siempre hay alguien dispuesto a acercarte.
- Habrá hidratación a lo largo de todas las carreras ya que se dispondrá de puestos de asistencia en los kilómetros 5, 11, 15 y 18. En la llegada, además de hidratarte, podrás comer frutas.
- Para más información podés escribir un WhatsApp al 2615044925 o bien acceder al Instagram de AMaVet (click acá).
Consejos de alguien que sabe
Cristian Malgioglio tiene el privilegio de ser el poseedor del récord de los 21K de la Media Maratón Canota Villavicencio ya que en 2011 clavó el cronómetro en una hora, 27 minutos y 10 segundos.
Palabra autorizada a la hora de hablar de running, tanto por su pergamino lleno de logros deportivos como por su capacidad como profesor de educación física, el año pasado fuimos al encuentro del «Mostro» para que nos aconsejara cómo correr los 21K más difíciles del país:
«Aconsejo correr esta competencia. Pero se debe estar bien preparado. Correr bien Canota Villavicencio admite una preparación parecida a la de un maratón: hay que estar muy bien aeróbicamente y lo bueno sería haber realizado una preparación de fuerza en cuestas, no tanto de potencia, o sea cortas, sino largas. Recuerdo que para prepararla iba mucho a Valle Grande, donde teníamos una trepada de 3 a 3,5 kilómetros. Entonces la subía intensamente y la bajaba a un ritmo medio para recuperar, y la volvía a atacar tres o cuatro veces.
También aconsejo que antes de correr los 21K, se corran los 10K porque tienen la particularidad de que, si bien es más corta, se desarrolla en la última parte del circuito, que es el más duro. Al tener el conocimiento de esos 10K, al otro año irías mucho más preparado porque es una media maratón un tanto engañosa porque los primeros 10K son duros, pero corribles, luego hay un descenso de un kilómetro y uno cree que pasó lo peor. Pero desde ahí es extremadamente duro. Todas las veces que la corrí siempre dije ‘es la última vez que la corro’ ¡A ese nivel llegué a sufrir esta carrera! Pero, bueno, como ocurre siempre, cuando uno corre algo duro, al traspasar la meta la gratificación es directamente proporcional a lo que sufriste. Por lo que te terminás enamorando de esta carrera y volvés… Además, el entorno es hermoso, la cordillera mendocina es muy bella».