Alejandro Jalid (50) tiene el deporte como un instrumento de desarrollo personal. Es que lo considera una herramienta fundamental para el bienestar físico y psicológico de las personas y, fundamentalmente, un camino a la felicidad.
Esa filosofía de vida se las inculcó a sus hijos Joan (29), Lautaro (28) y Franco (23): ya sea jugando al fútbol en cuanto “picado” salga con los amigos, ya sea corriendo por las calles y parques de Mendoza.
Papá Runner
Tras una vida con el fútbol como deporte, a los 40 años, Alejandro decidió volcarse, al menos sistemáticamente, al running. Lo hizo de la mano de su amigo José Morales que lo invitó a entrenar a AMaVet (Asociación Maratonista Veteranos).
Desde ese momento, se propuso entrenar para cumplir el objetivo que persigue la inmensa mayoría de los runners: correr un maratón. Lo consiguió en 2017 cuando completó el difícil circuito de la MIM.
Camino a la felicidad
Mientras el running fluía, Alejandro no dejaba el fútbol ya que con sus tres hijos practicaba, los fines de semana, los clásicos “picados” de amigos y algún que otro torneo amateur. “Es que nos gusta jugar juntos”, dice con ojos de niño, mientras sus hijos asienten con una sonrisa cómplice.
Más allá del amor por la pelota, el trote acaparaba cada vez más el corazón del papá deportista, por lo que no tardó en contagiar esa “enfermedad” a sus hijos que, poco a poco, se fueron sumando a los entrenamientos y a los fondos de los fines de semana.
Cuando la “locura” por correr ya era evidente en los cuatro, a fines del año pasado, salió a la luz un proyecto: correr juntos los 42K de la MIM 2023.
Como era de esperar, los chicos no podían decirle que no a su “viejo”.
Así, el padre guió a sus “niños” con un plan que incluyó 40 a 50 kilómetros semanales repartidos en cuatro entrenamientos.
El sacrificio rindió sus frutos porque el 30 de abril todos completaron los 42K de la maratón madre de Mendoza: Alejandro en 4 horas y 56 minutos; Joan, en 3 horas y 56 minutos; Lautaro en 3 horas y 41 minutos y Franco en 3 horas y 21 minutos.
El deporte y la educación
Le consultamos a Alejandro cómo nació la idea de que junto a sus hijos corriera un maratón. La respuesta fue muy simple: “Es que siempre quise que tuvieran el deporte como un objetivo porque considero que es fundamental para la vida y para su educación”.
Los próximos sueños
Luego de jugar al fútbol y correr una maratón, Alejandro tiene dos objetivos más a cumplir con sus hijos: cruzar en bici la cordillera de Los Andes para llegar a Chile y participar los cuatro en una carrera de montaña de no menos de 30K y, quizás algún día, un ultra trail.
El ejemplo de papá
- “Me costó empezar, pero me motivó ver a mi viejo correr. Correr me causa placer, especialmente cuando lo hago con mi papá y mis hermanos. Correr es un desafío constante”. Lautaro
- “Corro porque lo hago con mi papá y hermanos. Además, porque me ayuda a mantenerme en forma”. Joan
- “Siempre lo vi correr a mi viejo, lo vi vinculado al deporte. Lo veía correr a él y a mis hermanos y no podía dejar de hacerlo con ellos”. Franco
