En más de una oportunidad hemos dicho en este espacio que lo más lindo que hay es la vida que, paradójicamente, también es muy cruel.
Es que muchas veces, de la mano del maldito azar, te quita todo lo que te dio.
Agostina Bellene, madre ejemplar, amorosa pareja, exitosa profesional de la educación física y gran «bailaora» tenía todo para ser feliz.
De hecho lo era.
Pero…
Siempre hay peros en esta vida y uno de ellos, probablemente de los más brutales, le tocó a «Agos»: un maldito cáncer que la condenó desde un principio.
Si resistió a esa maldita dolencia fue exclusivamente por su espíritu luchador, por el amor que tenía por sus hijos Malena y Valentino y por el afecto que recibía de su familia.
Tras pelearla mucho tiempo, y luego de un mes de internación, su cuerpo dijo basta.
Y se fue corriendo al cielo con su sonrisa imborrable, esa que no abandonaba ni en los momentos más difíciles.
Su cuerpo no estará más en la tierra, aunque dejó a sus retoños y a todos sus seres queridos su ejemplo y su amor infinito.

Perfil profesional
Agostina era poseedora de un gran don de liderazgo que le permitió forjar uno de los mejores grupos de entrenamiento de Mendoza, Urban Running, presente en las principales competencias de la provincia y hasta del país.
Acostumbrados a estar vinculados a los teams donde se forja la sana competencia y se preparan alumnos para correr más rápido y participar en pruebas de ultra resistencia, siempre nos llamó la atención que ella cultivaba un perfil netamente familiar y lúdico.
Por eso quisimos participar en una de sus salidas al campo para hacer una crónica de sus entrenamientos. Queríamos enseñar que el deporte, y el running en particular, también se puede practicar en familia. Por esas cosas de la vida no pudo ser. Con estas líneas queremos saldar esa deuda, aunque sea en parte.

Que triste noticia. Mucha luz a sus familiares y grupo Urban.
Mi más sentido pesame. También perdí. A mí hija en un accidente vial. Era montañistas ,. Su gran sueño era escalar el Aconcagua. Estarán juntas contando sus anécdotas. Ellas van a estar siempre con nosotros. Mi hija se llama Gaby Jara y es posible que se hayan conocido.