loader image
Buscar
Close this search box.

Desde su verdulería añora volver a correr…

Sergio Alí espera con ansias el momento de volver a entrenar a pleno al aire libre, mientras no deja de atender su verdulería en su querido Luján de Cuyo.

Desde hoy, Mendoza Corre irá al encuentro de los deportistas que se destacan en el ambiente del running mendocino, con el objetivo de que nos cuenten cómo viven estos tormentosos días y cómo hacen para seguir entrenando y no perder, aunque sea en parte, la forma física.

El gran “Keko”

No hay duda alguna que el lujanino es uno de los mejores runners de Mendoza que, antes de la pandemia del COVID-19, venía manteniendo un ritmo infernal con muy buenos desempeños en las carreras del calendario vernáculo.

Con sus 50 años, el ex futbolista profesional venía disputando, con atletas muchos más jóvenes que él, palmo a palmo los primeros puestos de las generales y en su categoría por edad era imbatible hasta que el maldito coronavirus que mantiene en vilo a la humanidad apareció y, como a todos, le cambió radicalmente la vida.

Dando un breve pantallazo, podemos decir que, este año, en la única carrera que disputó, salió segundo en la general de los 14K de la Doble Cipolletti de AMaVet. Y, en el último tramo del 2019, ganó los 10K de la Ribera Run; salió tercero en la Maratón Chacras de Coria y tercero en los 40K de la Ultra Cerro Arco.

«Keko» y su sonrisa que no opaca ni la máscara que debe usar por cuestiones de seguridad. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Antes que runner, papá y hermano ejemplar

“Keko” está todos los días trabajando, como siempre, en su verdulería sita en la avenida Sáenz Peña al 2160 de la ciudad de Luján, donde, en estos tiempos difíciles, le da cobijo a sus hijos más grandes y hermanos, uno de los cuales se quedó sin trabajo por culpa de la recesión provocada por la pandemia.

Allí, en su emprendimiento familiar, entre cajones de espléndidas frutas y verduras prolijamente acomodados, nos recibió con su buena onda y su gran sonrisa, que no la puede opacar la máscara protectora que usa por cuestiones de prevención.

Así, conversamos sobre su vida laboral. Nos contó que, “gracias a Dios”, transcurre bien ya que su comercio siguió trabajando porque su rubro no se vio paralizado. “Hay mucho delivery”, puntualizó y agregó que es porque “hay mucha gente que tiene miedo al contagio y no quiere salir a hacer las compras. Si alguien de Luján está interesado, puede hacer su pedido por WhatsApp al 2615979616”, lanzó el chivo.

Ahí nomás salta el tema del “parate” generalizado que sufre la economía con su secuela de desocupación. “Mi hermano, que se desempeña en el rubro del petróleo, quedó sin trabajo. Afortunadamente puede venir acá”, detalló. Tampoco su hijo se quedó desamparado ya que también da una mano en el comercio que construye, esforzadamente, desde hace 30 años.

«Keko» en la Mendiak de San Luis, donde salió tercero en los 35K. Foto: Facebook, gentileza de Iván Braese.

“Trato de mantener la base aeróbica”

La charla siguió transcurriendo de manera frenética. No podía ser de otra manera si se juntaron dos runners que ya no saben qué hacer ante la imposibilidad de entrenar de manera plena y de participar en alguna competencia.

Así, primero, el lujanino nos recordó que junto al profesor Emanuel Poblete llevan adelante el team ATR (A Todo Running, click acá para acceder a su Fan Page de Facebook) que, por la maldita cuarentena, está en stand by.

Luego, la pregunta obligada que surgió fue cómo se siente luego de 50 días de cuarentena e imposibilidad de entrenamiento pleno. “Perdí la velocidad y el ritmo que traía, que eran muy buenos”, descerraja resignado.

Ahí nomás le preguntamos cómo se prepara y nos explicó que tres veces a la semana hace pasadas de 100 a 150 metros en un predio muy reducido, con sesiones que se extienden, en total, unos 13K. Después añadió que otros tres días hace funcional bajo techo. “Trato de mantener la base aeróbica, no se puede más”, exclamó con un dejo de lamento.

Como dos runners no pueden nunca dejar de hablar de carreras, le planteamos qué competencias piensa disputar si en el último trimestre se autorizan. “La prioridad –explicó– son los 42K de la MIM. También tengo pendiente los 70K de la Vulcano Ultra Trail, en Puerto Natales, Chile, que veo difícil se pueda realizar. Si no es esa trataré de correr los 40K de la Ultra Cerro Arco, siempre y cuando no esté muy pegada a la MIM”.

Un poco de nostalgia

Para el que no lo sepa, “Keko” tuvo una dilatada carrera futbolística. Desde 1988, a los 14 años, se desempeñó en su querido Atlético Luján de Cuyo, donde llegó a ser referente en la primera división. Era un áspero 3, de esos marcadores de punta izquierda que raspan lindo, si es necesario, y, además, hacen surcos en el costado de la cancha de tanto subir y bajar a toda velocidad.

Luego de rememorar con nostalgia una famosa semifinal de la primera división de la Liga Mendocina que se escapó por poco contra Guaymallén, detalló que se retiró en el 2001, luego de hacer sus últimos dos años en el club Chacras de Coria.

“El futbol es mi vida, es mi pasión. Luego del retiro hice el curso de DT”, rememoró. Trabajó mayoritariamente en las divisiones inferiores, aunque también dos años estuvo al frente de un equipo de primera división. Se desempeñó en su Luján (donde llegó a la primera), Gutiérrez, Beltrán, Banfield, Independiente Rivadavia y en Gimnasia y Esgrima, donde, hace dos años, tuvo su último trabajo de entrenador en las divisiones formativas.

«Keko» en el podio de la general de los 14K de la Doble Cippolletti, donde terminó segundo en la general. Foto: Facebook, gentileza Matías Godoy.

Foto portada: Claudio Pereyra Moos

Facebook: Fan Page Mendoza Corre (clikc acá para acceder)

Twitter: @mendozacorreok (click  acá para acceder)

YouTube: Mendoza Corre (click acá para acceder)

Instagram: @mendozacorreok

Compartí la nota

WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email

Noticias relacionadas

Anterior
Siguiente

Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.