Pisándose los callos…

Lamentablemente esa no es la noticia sino la serie de desencuentros incomprensibles que llevan a que dos carrerones se desarrollen el mismo día.

Es realmente patético que entre los organizadores de eventos runners se estén pisando los callos con sólo dos víctimas: los deportistas y la provincia.

Los deportistas son los primeros damnificados porque aseguramos que un gran porcentaje de los que corrieron la carrera juninense hubiesen querido participar de su querida Canota-Villavicencio. Y viceversa.

Pero Mendoza también es la perjudicada porque el running es una actividad que cada día se expande más convirtiendo a la provincia en una plaza atractiva en cuanto al denominado “turismo deportivo” y estas desinteligencias inentendibles lo único que hacen es desperdigar esfuerzos y dejarnos mal parados fronteras afuera.

Abogamos desde  este espacio a que nos pongamos de acuerdo para que todos tiremos para el mismo lado y consolidemos un deporte que es altamente beneficioso para la población, ya que estimula la adopción de hábitos saludables de vida, y para la provincia, ya que diversifica su perfil turístico.

Lamentamos no empezar esta nota con lo más importante: describir la alegría que causa el correr dos competencias bellísimas, lo cual lo decimos con conocimiento de causa ya que el responsable de estas líneas participó en ambas en ediciones anteriores.

Lucas Demarque, en Caballeros, y Élida Torres, en Damas, fueron los ganadores de la Media Maratón Canota-Villavicencio.

Demarque completó los 21K en una hora 34 minutos y 44 segundos, mientras que Torres lo hizo en dos horas cero minutos y dos segundos.

El podio de los Caballeros fue completado por Matías Sabio (1:34:52) y por Diego Domínguez (1:36:57); mientras que el de Damas por Yisel Quiñonez (2:14:33) y Lorena Torti (2:18:42).

Esta carrera es hermosa porque tiene un circuito altamente atractivo por las dificultades que presenta (un desnivel positivo de más de 800 metros) y porque se desarrolla con la reserva Villavicencio como testigo de privilegio.

El circuito se realiza enteramente en suelo lasherino, por la ruta 52, partiendo unos 4K antes del monumento de la Canota y terminando en la puerta del famoso Hotel Villavicencio, por lo que el desnivel positivo acumulado alcanza unos 875 metros.

Por otro lado, también se desarrolló  la carrera promocional de 10K, que en Caballeros, se la adjudicó Carlos Fernández (0:54:25) y, en Damas, Florencia Chanta (1:05:39).

Fernández fue escoltado por Walter Ortiz (0:57:35) y por Santiago Bernal (0:57:40). En tanto que a Chanta la siguieron Gisele Melero (1:07:37) y Yanina Santilli (1:12:30).

Entre la carrera estrella y la promocional participaron poco más de 150 atletas.

El bonaerense Miguel Guerra y la tucumana María Ovejero fueron los ganadores indiscutidos de la V edición de la Maratón Nocturna Internacional con luz propia Junín brilla más.

Guerra precisó de 32 minutos y 28 segundos para recorrer los 11K que unieron los distritos juninenses de La Colonia, frente a su coqueto polideportivo, y de Ciudad, en el interior del bello Parque Recreativo Dueño del Sol.

En total participaron cerca de mil personas, entre la carrera de 11K y la Caminata Familiar de 5K que unió la plaza Alberdi y el Parque Recreativo.

El evento deportivo es muy atractivo ya que se desarrolla por lugares muy especiales, como el carril Isidoro Busquets con sus añosos plátanos como testigos, y porque el pueblo juninense lo adoptó como propio, volcándose a las calles a vivar y alentar a los atletas.