Adriana salió de su casa con la meta de verse con la amiga con quien todas las semanas siente la adrenalina que le da el pedaleo intenso y con la que mantiene animadas charlas para “ponerse al día”.
Partió luego del almuerzo. Era poco después de la hora 14. El día estaba agradable gracias al tibio sol de la primavera mendocina que, tímidamente, cada día asoma más.
Tomó por avenida Champagnat y, con cuidado, cruzó la rotonda para bajar por la bicisenda sita en el costado sur de la avenida Libertador. Antes, dejó pasar una moto negra de baja cilindrada en la que iban dos sujetos.
Por la pronunciada pendiente tomó gran velocidad. Lo hizo con la naturalidad que le da su experiencia de biker. Pasó por el frente del velódromo provincial. Nada del otro mundo que alterara su costumbre de años de pedaleo por la zona que siente como el “patio de su casa”.
Sin embargo, de repente, se le hizo la noche. Hasta unas dos horas después, cuando vio de nuevo la luz. Aún en estado de shock, por un terrible golpe, cayó en la cuenta que había sido salvajemente asaltada por dos “motochorros” que le robaron su bicicleta.
El hecho ocurrió el jueves de la semana pasada. Adriana es un nombre de fantasía. La víctima, por temor, no quiso dar su identidad. Sin embargo, su deseo es que el delito que sufrió no pase desapercibido. Ni quede impune.
Amnesia
“No me acuerdo de nada”, relató Adriana a Mendoza Corre y acotó que “testigos me dijeron que dos ‘motochorros’ me siguieron, me empujaron desde atrás, volé por el aire aparatosamente y golpeé fuerte contra el cemento de la bicisenda. El ladrón que iba atrás de la moto saltó como una araña, tomó mi bicicleta y huyó con el conductor”.
Agregó que no registra nada de lo que le pasó por el severo traumatismo que sufrió. Con una dosis de angustia en su voz, acotó: “Recuerdo hasta el momento en que crucé la Libertador y vi a la moto con los dos sujetos, que, estoy segura, fueron los que me asaltaron”.
Crónica
Adriana reconstruyó los hechos gracias a la solidaridad de un par de runners y de un policía de Aeronáutica que casualmente pasaban por el lugar.
El miembro de la fuerza de seguridad iba en su Peugeot 504, vio lo sucedido, estacionó su auto y salió a socorrerla. Los corredores, que bajaban por la ciclovía, también se detuvieron a ayudar.
El agente del orden, una vez que se cercioró que estaba viva y los runners se quedaron con ella, salió raudamente a perseguir a los ladrones que con el botín huían por Libertador hacia Champagnat, doblaron por ésta a la derecha para luego ingresar al primer barrio, por donde bajaron por una calle lateral. Allí, el policía –que no habría tenido su arma reglamentaria porque habría estado de franco– les perdió la pisada.
Mientras tanto, uno de los runners se quedó en el lugar de los hechos. Paralelamente, el otro fue a buscar su auto para dar con el esposo de Adriana (averiguaron dónde vivía gracias al DNI que no fue sustraído por los malhechores). Al instante cayó la policía y poco después el marido y la hermana.
Luego de un buen rato, y ante la ausencia de ambulancias, ni siquiera de su prepaga, el personal de seguridad la trasladó en un móvil a una sala sanitaria de la zona.
“Me contaron que estuve ‘perdida’ más de una hora y media, que tenía los ojos abiertos y que decía vaguedades como ‘qué me pasó’. Llegaron a temer por mi vida porque no reaccionaba. No me acuerdo de nada…”, consignó a Mendoza Corre.
Las consecuencias
Afortunadamente, ya en la sala de primeros auxilios, Adriana recuperó la consciencia.
Aunque no la sacó gratis: tuvieron que suturarle las heridas en el rostro a través de tres puntos y quedó con el trauma lógico de pasar por una experiencia tan desagradable.
“Más allá de que me robaron mi bici, lo que más bronca me da es la violencia con la que actuaron estos ladrones”, contó y, ahí nomás, agregó: “¿Cómo hago para juntarme con mis amigas otra vez sin jugarme el pellejo?”
La pregunta de Adriana marca lo que vivimos en estos días de angustia: los ladrones no sólo nos pueden robar nuestras pertenencias materiales sino hasta las intangibles, como la ilusión de ser felices gracias a nuestras actividades deportivas al aire libre.
Investigación
Por lo que pudo chequear Mendoza Corre, personal de Investigaciones de la Policía de Mendoza está trabajando con ahínco para esclarecer el delito.
Las numerosas cámaras de seguridad que hay en la zona ayudarían a resolver el caso.
Esa es la esperanza de Adriana para que el delito que sufrió no quede impune.
Medidas de prevención
Una de las formas de combatir la inseguridad es adoptando una serie de conductas de autoprotección.
Haciendo click acá, leé la nota que al respecto Mendoza Corre publicó en julio de este año con una serie de tips para prevenir ser víctimas de asaltos.
Fotos: gentileza (no se brindan los créditos por pedido de la víctima)
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En vez de pedir tanto DNI, ocupense de èstas lacras y saquenlos de las calles, donde transitamos la gente decente. gracias