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Ya ni el Arco es seguro

En esta zona fueron asaltadas las trail runners del team "Mujeres que Corren".

Diez trail runners del team Mujeres que Corren, de la profesora Verónica Del Popolo, fueron asaltadas esta mañana por dos delincuentes en la huella de acceso al cerro Arco, a la altura de la ripiera.

Las deportistas sufrieron maltratos psicológicos y físicos (algunas de ellas incluso fueron manoseadas) de parte de los marginales que actuaron con total impunidad a plena luz del día.

Este hecho de inseguridad no hace más que preocupar a la comunidad trail runner porque ve que ya no le queda lugar para practicar en paz su deporte.

Crónica de terror

Verónica se juntó con 16 de sus alumnas a las 8 de la mañana en la playa que está enfrente al viejo boliche Scanner porque había planificado una salida de 18 kilómetros.

La idea era ir corriendo por el circuito de Papagallos hasta el acceso de la reserva Divisadero Largo y volver por el mismo camino para luego ingresar a la zona del Arco y concluir el trote pasando el puesto Puerta de la Quebrada.

La rutina transcurría normalmente, pero cuando iban por la huella de acceso al Arco, a la altura de la entrada de la ripiera (ver foto de tapa de esta nota), las interceptaron de repente dos delincuentes que venían de frente y estaban armados con un arma corta, presuntamente un revólver calibre 22.

Del Popolo explicó que los malhechores eran jóvenes, de unos 25 años aproximadamente, altos, morochos, de tez oscura y delgados. “Llevaban los rostros ocultos por buffs”, detalló la profesora.

Los lúmpenes se dirigieron a las víctimas a los gritos y les ordenaron que se tiraran al piso y pusieran las manos en la nuca. “Nos decían que no los miráramos porque sino nos iban a disparar”, contó conmocionada Verónica a Mendoza Corre.

A partir de ese momento vino lo peor porque, vociferando, los amigos de lo ajeno les advertían que “no se hicieran las vivas” y les entregaran todas sus pertenencias porque sino “nos iban a disparar”.

Así, se abalanzaron sobre las indefensas atletas y empezaron a “requisarlas” para quitarles sus celulares, cinturones hidrantes, zapatillas y hasta las llaves de sus vehículos.

La situación se puso por demás tensa porque con ese proceder algunas de las chicas fueron manoseadas. De esta manera, a una le pusieron el revólver en las costillas y a otra le pasaron la mano debajo de la remera para ver si encontraban algo.

Hay que tener en cuenta que las asaltadas fueron 10, incluida la profesora Del Popolo, que iban adelante en el trote, porque las seis restantes del grupo, más rezagadas, se salvaron al no ser advertidas por los asaltantes.

Cuando terminaron su “trabajo” los delincuentes empezaron a retirarse caminado de espaldas para no perder de vista a sus víctimas. “Nos apuntaban y nos seguían amenazando con que nos iban a disparar”, puntualizó la líder de Mujeres que Corren.

En ese momento, iba saliendo un auto conducido por una mujer que, no advirtiendo lo que pasaba, les tocaba bocina para que se apartaran de la huella ya que obstaculizaban el tránsito.

Paralelamente, otro vehículo manejado por un hombre, que iba en sentido contrario ya que ingresaba a la zona del Arco, advirtió el drama que ocurría y empezó a tocar bocina, tras lo cual los delincuentes marcharon raudamente hacia el río San Isidro.

Allí, la mujer del primer vehículo se dio cuenta lo que pasaba y las víctimas, desesperadas, se subieron a los empellones al rodado para huir. No obstante, Verónica advirtió que tres de sus alumnas habían quedado solas por lo que se bajó para acompañarlas.

Tras el tenso momento, entre los dos vehículos transportaron a las asaltadas al lugar donde habían dejado sus autos y en el camino interceptaron a un móvil policial con dos efectivos que, al ser advertidos, partieron en busca de los delincuentes por el río San Isidro (el que desemboca a la zona de Villa Marista y corre paralelo al circuito Papagallos, saliendo de la zona del Arco). Luego llegaron más efectivos de las fuerza de seguridad.

Las víctimas fueron llevadas por los dos vehículos que las interceptaron a la zona donde habían dejado sus rodados, lugar al cual fueron llegando sus esposos, parejas o familiares para contenerlas.

Videos

A continuación, Celso Boccollini nos muestra un video y nos explica algunos detalles del asalto:

A continuación, un video donde las víctimas les cuentan el calvario que vivieron a efectivos policiales:

Foto y videos: gentileza Celso Boccollini
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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.