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Trail runner peregrino…

El mendocino Gustavo Sánchez Digregorio recorrió al trote el famoso camino de Santiago de Compostela: desandó 870 km desde la localidad francesa de Saint Jean Pie de Port hasta la ciudad gallega que le da nombre a la mítica ruta que es transitada por cientos de miles de peregrinos y deportistas todos los años.

Espectacular vista del camino de Santiago de Compostela.
«Fue la experiencia más rica de mi vida».
Fueron 21 días de una de esas travesías que te marcan de por vida: mezcla de sacrificio físico, corazón y fe. Sacrificio físico porque sometió su cuerpo a un esfuerzo supremo. Corazón porque, cuando las piernas no daban más y los pies estaban llenos de ampollas, recurrió a la fibra íntima que mueve a cualquier trail runner. Fe porque como católico puso a prueba lo que mueve a todo creyente.
Gustavo, un bancario próximo a cumplir su “primer medio siglo” de vida, divorciado y padre de tres hijas de 21, 18 y 13 años, planificó durante un año una aventura que, afirma sin duda alguna, terminó siendo la “experiencia más rica de mi vida”.
En esta nota trataremos de reflejar las vivencias de un aventurero al cual el trote le cambió la vida, porque lo llevó a recorrer caminos que nunca se imaginó…
Durante la travesía, el peregrino se topa con postales de todo tipo.
Su historia runner 
Cada uno se traza su camino según cómo quiera vivir la vida.
El diálogo que mantuvimos con Gustavo, recién
arribado de Europa, comienza  con su historia deportiva que la relata con una pasión conmovedora.
Así,  se nos larga a contar que “empecé a trotar hace unos 10 años alrededor del lago de nuestro Parque San Martín gracias a Leonardo Toledo, un amigo que en ese momento presidía A.Ma.Vet (Asociación de Maratonistas Veteranos)”.
Y continúa con plena pasión runner recordando que luego conoció a la gloria del triatlón mendocino Raúl Turco Lemir, quien lo llevó al desaparecido Nike Running Team, “donde me prepararon para correr maratones de calle. Luego empecé con la montaña y me propuse realizar el Cruce Columbia (*) en el 2015, donde me sentí muy bien corriendo tres días consecutivos. Ahí me surgió la idea de esta travesía”.
Nuestro trotador peregrino remarca que su actual entrenador es el profesor Martín Romero, con quien preparó, desde el aspecto físico, su aventura. “Martín me apuntaló en forma permanente”, destaca con un gesto en su rostro de eterno agradecimiento.
El mate, fiel compañía de todo argentino de ley…
La ruta
Gustavo nos explica que eligió recorrer la opción más larga de la ruta de Santiago de Compostela.
Así nos detalla que optó por “el Camino Francés: partí el 31 de julio desde tierra gala, más precisamente de Saint Jean Pie de Port hasta Santiago de Compostela, a donde arribé el 21 de agosto. Fueron en total 870 km. Se arranca subiendo los Pirineos para luego cruzar por todo el norte de España, de oeste a este”.
Así las cosas, nos relata cómo preparó la aventura: “Programé un promedio de 45 km diarios. Digo promedio porque dependía de la altimetría del terreno y de los albergues disponibles: hubo unos días en los que hice 35 km y otros en los que llegaba a hacer 50 km”.
En la ruta te topás con la historia…
En ese marco, se le ilumina la cara al rememorar los paisajes con los que se maravilló: “Son hermosos y muy variados según la región. La llegada a cada pueblo es muy distinta: la campiña francesa; los bosques en los Pirineos; los campos sembrados de trigo, girasol, vid, olivos;  las verdes montañas de Galicia…”
La aventura y las anécdotas
Gustavo nos cuenta que “en el punto de partida te entregan un ‘Pasaporte’  que te acredita como peregrino y que debés presentar en cada albergue habilitado para tal fin. En cada refugio y en cada pueblo te lo sellan para comprobar el tránsito (puede ser sellado en una oficina de turismo, en una iglesia o por la guardia civil).
El pasaporte de Gustavo que acredita que atravesó entera la ruta de Santiago de Compostela.
El trail runner destaca que la gente de todos los pueblos y ciudades que atravesó “es muy predispuesta y colabora con los que peregrinan, que en su mayoría caminan a razón de 25 km diarios. Yo intenté correr la mayoría del tiempo, teniendo en cuenta que en la mochila llevaba todo lo que necesitaba, hasta la bolsa de dormir ya que en los refugios sólo había cama con un colchón y una almohada”.
A lo largo de la ruta es palpable la solidaridad de los lugareños para con los peregrinos.
En este último aspecto se explaya detallando que “en la mayoría de los albergues hay cocinas donde podés hacerte la comida.
Como anécdota puedo rescatar que en un refugio éramos 86, la cocina era muy chica ¡y con un chef Italiano cocinamos para todos! Fue muy divertido”.
Gustavo y el chef italiano con quien prepararon una cena para 86 peregrinos.
Luego rescata con gran satisfacción que “saliendo de León me encontré con un grupo de mendocinos que hicieron el camino en bicicleta. Eran 16, entre ellos mi hermano, quien ese día me acompañó más de 30 km, mientras su grupo nos esperaba en el Hospital de Orbigo con un almuerzo improvisado de sanguchitos de fiambre y cervezas a la sombra de unos nogales. Es hermoso compartir un mismo objetivo, aunque el medio de transporte sea distinto. Ese día fue inolvidable…”
Gustavo con su hermano y 15 mendocinos ciclistas con quienes se topó en el
camino y con los que pasó «un día inolvidable»
Arribo mágico y corazón de oro
Ya culminando con su relato, Gustavo recuerda con emoción que “el día que llegué a Santiago de Compostela fue mágico. Esa jornada caminé 57 km. Digo caminé porque las ampollas en los pies ya no me permitían correr. Pero existe una fuerza interior que todo lo puede y los 21 días de esfuerzo físico fueron superados por la fuerza del corazón, que en ningún momento dejó de crecer….”
Arribo a Santiago de Compostela.
FOTOS: Gentileza Gustavo Sánches Digregorio
(*) El Cruce Columbia es una ultramaratón de montaña que se corre todos  los años en las Patagonias argentina y chilena. Se corre en tres etapas, totalizando cerca de 100 km. Es uno de los trails más populares y prestigiosos de nuestro país.

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.
3 Comments
Comentarios en línea
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Indio Mario
7 years ago

Muy buena nota Claudio!!! Te felicito y mi admiración total a lo realizado por Gustavo… Un crack!!!

Paola Pereyra Moos
7 years ago

Excelente relato hermano!! Y mi más sincera enhorabuena a Gustavo, que como habrá podido comprobar, hay gente que lleva más de diez años haciendo ese camino (realizan una parte del recorrido cada año) Todo una hazaña y sin duda un recuerdo que le acompañará el resto de su vida!!

Anónimo
7 years ago

Excelente relato. Magia e inspiración conjugadas en un amigo de escuela secundaria. Gracias por compartir la experiencia! Hermosas fotos y momentos!
Saludos