La historia de Angélica Cantero es la clásica de una persona “loca” por el arte del trote.
Llegamos a esa conclusión cuando le preguntamos qué es para ella el running: “Es desafío, esparcimiento, amor, perseverancia, compañerismo. Me llena el alma y el corazón. Amo lo que hago y soy muy feliz corriendo”.
Corroboramos su “locura” cuando la consultamos sobre cómo reparte el tiempo entre su trabajo, su familia y los entrenamientos. “A la mañana doy clases de Lengua en un secundario y a la tarde soy maestra de grado. Soy viuda y tengo un hijo que se casó el año pasado, por lo que tengo más tiempo para mis cosas. Los lunes hago gimnasio en Maipú; martes y jueves entreno en el Parque Central con el team del profe Darío Terraza, Runners de Ciudad; miércoles y viernes corro en el Predio de la Virgen en Guaymallén con el equipo Destino Aventura. Sábados y domingos también salgo: un día hago el fondo semanal y al otro alterno con bici”.
Obsesión
Nuestra entrevistada de hoy es una dama coqueta y distinguida que no oculta su edad. Así, suelta de cuerpo, con orgullo confiesa que carga dignamente con 58 años vividos a full. “Estoy pronta a jubilarme y espero ese momento para tener más tiempo para entrenar”, comenta para reafirmar su obsesión por el deporte.
Volver al primer amor…
La docente tiene una base deportiva fuerte ya que, entre los 12 y los 22 años, practicaba atletismo en Tunuyán con un equipo con el que recorrió buena parte del país para participar en torneos.
Luego, las cosas de la vida la llevaron a dejar el deporte sistemático hasta que, hace un par de años, decidió volver al primer amor…
Descubrir el trail
Angélica empezó el año pasado a entrenar sola para correr 15K en una competencia que se desarrolló en el autódromo de Ullum, en San Juan. “Me fue bien y, a través de Facebook, me invitaron al Cruce de Tandilia (Provincia de Buenos Aires) para enero (de este año). Entonces, corrí un día el Vertical y al otro los 7K. Terminé 98° entre más de 200 atletas. No lo esperaba. Yo que siempre hice calle, quedé maravillada con el trail, por lo que volveré el año que viene por los 14K”.
Entrenar con rigor
Cuando regresó de su aventura tandilense, la profesora de Lengua empezó a buscar entrenador hasta que, de casualidad, caminando con unas amigas por el parque Central de la Capital, se topó con las clases del profesor Darío Terraza, por lo que se sumó al team de la municipalidad de Ciudad. No contenta con eso, hace poco se sumó al equipo Destino Aventura de Guaymallén.
Hacia el “Desafío Puesto Huarpeño”
El “bichito” del running picó tan fuerte en la humanidad de Angélica que ahora no para de buscar competencias en las que participar.
De esta manera, entre los objetivos que se planteó está el trail “Desafío Puesto Huarpeño” que se llevará a cabo el 6 de agosto en la precordillera Norte, en la base del cerro Áspero.
De la propuesta de los hermanos Ruti dice: “Cuando me enteré ni lo pensé y me inscribí. Fui a reconocer el circuito y quedé maravillada con el lugar. Por eso busco convencer a mis compañeros de equipo para que se sumen a esta gran propuesta que me tiene muy ansiosa para correrla”.
Desafío Puesto Huarpeño
Su tercera edición se llevará a cabo el 6 de agosto en las adyacencias a los cerros Áspero y Arco.
Las distancias que se podrán correr, desde las 10 de la mañana, serán 10K y 5K que, de acuerdo a lo informado por los organizadores, propondrán circuitos “con una amplia variedad de relieves con caminos, senderos, ríos secos y ascensos y descensos ‘picantes’”.
“La carrera de 10K comenzará en el casco del Puesto Huarpeño para luego agarrar caminos consolidados hasta entrar, en un principio, a zonas de senderos, para después hacer un remonte por un río seco para posteriormente comenzar a correr por senderos de montaña”, puntualizó Juan Ruti, un histórico referente del pedestrismo mendocino, mentor de la propuesta junto a sus hermanos Martín y Osvaldo.
Más allá de las pruebas estrellas de la movida trail runner, habrá una caminata familiar y una carrera para los “locos bajitos”, la “Luquita Kids”.
Podés inscribirte on line haciendo click acá para acceder al link respectivo.
Los costos son $3.000, para los 10K, y $1.500, para los 5K, aunque habrá descuentos para los grupos de running (en el link de inscripción están los números de WhatsApp para comunicarse).
El pago es por transferencia a Mercado Pago o cuenta bancaria (en el link de inscripción están los números).
Más allá de la medalla finisher, habrá premios para los tres mejores clasificados de la general y de las categorías por edad (cada 5 años) e interesantes sorteos entre los participantes de la carrera.
Este año la carrera está hecha en honor a Lucas Molina, un joven runner que falleció hace 10 años en un accidente doméstico (leé su historia haciendo click acá). Sus familiares invitaron a los participantes a donar alimentos no perecederos para destinar a organizaciones sociales.
Para llegar a Puesto Huarpeño te podés guiar por Google Maps (click acá para la ubicación).