Los runners corremos porque no perdemos los ideales, especialmente los que aprendimos de niños de la mano de maestros como Quino.
¿Quién de nosotros no soñó, mientras corre, con una sociedad más justa y pacífica como pensaba Mafalda?
Los seres amados nunca nos abandonan porque permanecen en nuestro corazón con el amor que nos dieron y en el alma por el ejemplo que nos dejaron.
Quino hoy no se va porque los ideales que predicó quedaron grabados en nuestra memoria para siempre y porque sus obras maestras permanecerán eternamente.
Nota: La foto que grafica esta columna pertenece a Nico Lancellotti de NL Fotos (click acá para acceder a su Instagram). Se sacó en el rincón de Mafalda del Parque General San Martín de Mendoza cuando, en una dura etapa de la pandemia, no queríamos perder la esperanza.
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