Correr me hace sentir libre.
Y correr en la naturaleza, niño…
El domingo pasado volví a la infancia cuando con mi amigo Diego Martínez, profesor del team 100% Fitness, hice ejercicios de fuerza en las majestuosas dunas de Altos Limpios, en el desierto lavallino.
Junto a los alumnos de Diego y a un referente del running menduco como Julio Coronel transpiramos de lo lindo la camiseta porque durante cerca de una hora sometimos a nuestras piernas a tremendos esfuerzos para hacerlas más “potentes”.
El domingo entrené en las dunas de Lavalle con mis amigos de 100% Fitness. |
¡Fuerza!
Durante la dura rutina, el líder de 100% Fitness me explicó que realizamos
un “entrenamiento de fuerza destinado al running”.
un “entrenamiento de fuerza destinado al running”.
El método que utilizó fue el de “fuerza-resistencia” que, con sus alumnos, lo está aplicando en el marco de un plan con un volumen de tres microciclos (tres semanas), a razón de una “frecuencia de tres estímulos semanales”.
En el estímulo del domingo lo que hizo Diego fue comandar “8 kilómetros sobre arena para la estimulación de los músculos estabilizadores del tren inferior. Potenciamos específicamente isquiotibiales, cuádriceps, sóleos y gemelos”, me detalló, entre corridas y corridas a puras subidas y bajadas por las rebeldes dunas lavallinas.
En este sentido, el profesor de educación física me explicó que “primero realizamos tres kilómetros de trote aeróbico a modo de adaptación. Luego 5 kilómetros entre desniveles de médanos con alternancias de pausas de recuperación de uno a dos minutos”.
Para culminar su explicación, Diego me subrayó que “el objetivo fue nada más ni nada menos que la fuerza y su tolerancia al lactato”.
Por último una reflexión personal del trail runner responsable de esta nota.
Entrenar en arena es duro.
Pero necesario si querés superarte como atleta del trote.
Correr en la agreste naturaleza nos hace volver a la infancia… |
En primera persona
Azul y ocre
Por Claudio Pereyra Moos
Pero la ventaja que tienen es que debés practicarlos en lugares únicos.
Afirmo esto con conocimiento de causa ya que para trotar en la arena necesitás, valga la verdad de Perogrullo, dunas, que siempre las encontrás en ámbitos naturales majestuosos.
Y yo pude hacerlo.
En agosto de 2016 me tocó practicar un exigentísimo fondo de 50 kilómetros en las playas de Miramar. Febrero de este año fue el turno de una rutina durísima en Mar del Plata, bajo el comando de mi amigo Gustavo Ismail. Y el domingo pasado las piernas fueron “desafiadas” por las dunas de los Altos Limpios de Lavalle, con las instrucciones del ahora también amigo Diego Martínez.
Playas o desierto son ámbitos duros para el trote, pero la recompensa que tenés es que no te vas a olvidar nunca, no porque las piernas se te “acalambren” por el titánico esfuerzo sino porque los ojos te lo agradecerán el resto de tu vida por las bellezas que contemplarán…
Ya sea la inmensidad del mar, con el azul profundo de sus aguas…
Esta aventura deportiva y periodística fue posible gracias a:
– Diego Martínez, profesor de educación física y líder del team 100% Fitness (hacé click acá para acceder a su Fan Page).
– Ópticas Scerbo (click acá para acceder a su Fan Page de Facebook).
Seguramente el mejor profe de running que conozco, Diego es un excelentísimo profesional.
100% recomendable, capo Claudito.