El deporte y la cultura en las calles son muy buenas herramientas para que baje la inseguridad en nuestra sociedad, atravesada por la pobreza y la violencia.
Pensaba en este concepto mientras trotaba 15 kilómetros por ciclovías y paseos de la Ciudad y Godoy Cruz, a modo de regenerativo luego de haber tenido, un día antes, un duro entrenamiento de pasadas y cambios de ritmo.
El puente de la Ciclovía de Godoy Cruz.
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Nunca dejemos de soñar
En este espacio siempre pongo énfasis en que los corredores somos antes que nada soñadores: nos imaginamos que si llegamos a la meta se nos cumplirán nuestros deseos, como el de tener una sociedad justa y segura.
Paseo Enrique Mosconi.
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Ganarle la calle a los delincuentes
Así las cosas, mientras trotaba por los paseos Locche y Mosconi, de Ciudad, y la ciclovía de Godoy Cruz, me imaginaba que si le ganamos la calle a los delincuentes tendremos asegurada una de las batallas contra un flagelo que cada día nos sume en el miedo y la desesperación.
Atemorizados por ser víctimas de un asalto, donde puede correr peligro nuestra integridad física y hasta nuestra vida, o la de los que amamos y queremos, tendemos a recluirnos en nuestras casas, afectando los vínculos con nuestros amigos y vecinos.
Es decir caemos en el individualismo, actitud nefasta del ser humano.
Creo que ese es el principal error que cometemos.
Por eso, lo primero que tenemos que hacer es ganar la calle.
¿Cómo lo logramos?
Muy simple: con el deporte y la cultura.
Salimos a los paseos a correr, trotar o caminar. Acompañamos a nuestros hijos a los lugares habilitados para la práctica de cualquier deporte (fútbol, skate, básquet, etc.)
Apoyamos a nuestros artistas callejeros asistiendo a sus obras, y retribuyéndoles su trabajo que siempre tiene un costo menor que, por ejemplo, ir a un paseo de compras.
La ciclovía que costea el Parque San Martín por Boulogne Sur Mer.
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El rol del Estado
El Estado (tanto nacional, como provincial y municipal) tiene que poner gran énfasis en la construcción de espacios públicos donde se puedan practicar todo tipo de deportes y donde nuestros artistas callejeros puedan expresarse cómodamente para brindarle al ciudadano lo mejor que saben hacer.
En este sentido, están muy buenas las políticas de obras que están llevando adelante distintos municipios para construir ciclovías, espacios verdes y polideportivos.
Sin ir más lejos, desgranaba estas ideas mientras corría por los flamantes paseos Locche (que empieza en Perú y Videla Correa) y Mosconi , de nuestra Ciudad, y por la ciclovía de Godoy Cruz.
Ganando los espacios públicos con deporte combatimos la inseguridad. |
No nos olvidamos de la educación
Aclaro que el desarrollo de políticas de obras públicas para la práctica de deporte y el desarrollo de la cultura popular son herramientas necesarias pero no suficientes para la lucha contra la inseguridad.
Es primordial priorizar y mejorar la educación, que lamentablemente en nuestro país cayó a niveles bajísimos, luego de haber sido ejemplo en Latinoamérica y el mundo.
En definitiva, sueño con más y mejor educación en las escuelas, con la doble escolaridad, empezando por las zonas socialmente más vulnerables. Y más deporte y cultura en las calles para que los espacios públicos sean ganados por los ciudadanos y no los delincuentes.
El trote por las ciclovías es una buena opción para entrenar.
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Duro con el delito y contra las causas del delito
Sé que cuando hablo de la lucha contra la inseguridad entro en un campo muy espinoso ya que pelear contra este flagelo abre la puerta a muchas polémicas.
Por eso no quiero escaparle al bulto y dejar sentado qué pienso al respecto.
Creo que la inseguridad se combate principalmente con educación en las escuelas y deporte y cultura en las calles.
Pero también es necesaria la lucha directa contra el crimen, siempre, obvio, dentro del marco del respeto a los derechos constitucionales, lo que no implica ser blando con los delincuentes.
“Duro con el delito y contra las causas del delito», fue la consigna que enarboló el Laboralismo en Gran Bretaña al proponer la candidatura de Tony Blair en Gran Bretaña durante los ‘90.
Sin descuidar las responsabilidades individuales en la criminalidad y por lo tanto prevenir, perseguir, detener y juzgar a los delincuentes, una política democrática contra la inseguridad debe, al mismo tiempo, atacar las causas sociales de los delitos, a través de medidas como las que propongo en este artículo.
Circuito de entrenamiento citadino
El circuito que realicé mientras pensaba y maceraba este artículo abarca una extensión aproximada de 14K atravesando Ciudad y Godoy Cruz, desde el paseo Nicolino Locche hasta la Estación Benegas de Godoy Cruz.
El dibujo parte desde el flamante paseo Nicolino Locche (Perú y Videla Correa de Ciudad) hacia el norte hasta el paseo Enrique Mosconi (costeando el zanjón de los Ciruelos en el límite con Las Heras). Desde ahí hacia el oeste hasta Boulogne Sur Mer, para luego, yendo al sur, dirigirse hasta Mariano Moreno, para doblar a la izquierda, costeando el zanjón Frías (en el límite con Godoy Cruz) hasta Pascual Segura. De allí doblamos a la derecha (al sur) para tomar por la ciclovía de Godoy Cruz que nos lleva hasta la Estación Benegas.
A modo de referencia: desde el paseo Locche hasta el inicio de la ciclovía de Godoy Cruz hay unos 8K y desde ahí hasta Estación Benegas unos 6K. En los últimos 4K de la ciclovía, que empiezan a la altura del barrio Bancario, en el paseo Alfonsín, tenemos mojones cada 250 metros que los runners pueden tomar como referencia cuando necesitan hacer pasadas.
Un arquitecto urbanista me dijo un día que “el éxito de un paseo público lo marca cuando la gente lo adopta como propio y lo copa saliendo a transitar por él”. Si nos seguimos por este concepto podemos decir que los paseos de Ciudad y Godoy Cruz son exitosos ya que, especialmente los fines de semana, están absolutamente “congestionados” por runners, ciclistas y caminantes.