Diego Elizondo (35:37) no tuvo problemas en quedarse con la competencia, más allá de que casi la primera mitad de carrera compartió la punta con el Trisport Emilio Medina (36:13). Completó el podio Osvaldo Espíndola, del team Los Coroneles.
Por el lado de las Damas, la victoria fue de la ignota Julieta Cataldo (51:06) una tupungatina sin entrenador que, con un planteo cerebral, le arrebató la punta a la Impulso Vital Julieta Príncipe (51:19) en el último tramo del circuito, a menos de un kilómetro de la meta. Tercera fue Yamile Abraham (53:30).
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Algarabía
La 15° «Maratón Liceo General Espejo» se realizó esta mañana en el marco de los festejos por los 75 años de vida de la tradicional institución educativa-militar y en homenaje a los héroes de Malvinas, a 40 años de la guerra del Atlántico Sur.
La atmósfera agradable producto de un sol radiante, pero con un aire fresco ideal para correr, se vio condimentada con la fiesta que hubo porque, tras un paréntesis de cinco años, la tradicional carrera volvió a decir presente en el calendario del running mendocino.
El circuito
La competencia ofreció el clásico e histórico dibujo que, partiendo desde las instalaciones del Liceo General Espejo, discurrió por avenida Boulogne Sur Mer, calle Plantamura, barrio Soberanía Nacional y Ciudad Universitaria, para luego bajar por avenida Libertador hasta los portones del parque San Martín y regreso al punto de partida, exactamente a la tradicional pista de atletismo del instituto educativo, donde se ubicó el arco que sirvió de largada y llegada.
Estos 10K plantearon un gran desnivel (+110m) que exigió al máximo las piernas de los atletas, pero que, como contrapartida, regaló a los ojos puntos icónicos y tradicionales de nuestra querida Mendoza. Allí estuvo la avenida Boulogne Sur Mer, con los portones del parque y clásicos edificios como el del Hospital Militar, del Andino Tenis Club, del Tiro Federal o de la Penitenciaría. Ni que hablar de la Ciudad Universitaria, que recibió a los corredores con sus majestuosos edificios y jardines. Renglón aparte merece el Parque San Martín que, en este caso, regaló las señoriales rotondas Monseñor Orzali y Caballitos de Marly.
El desarrollo en los Caballeros
Por el lado de los varones, Diego Elizondo y Emilio Medina se despegaron rápidamente del pelotón de casi 200 runners que participaron de la propuesta liceísta. Ambos transitaron juntos por Boulogne Sur Mer y la exigente subida por calle Plantamura, barrio Soberanía Nacional y la primera mitad de la Ciudad Universitaria.
De esta manera, unos metros antes del puesto de hidratación, sito a 5K de la largada, el suboficial del Ejército metió un cambio de ritmo que se hizo más ostensible cuando empezó la vertiginosa bajada. Así, sacó una ventaja importante sobre su adversario y conservó la punta hasta el final sin ningún problema. Luego de la ceremonia de premiación, el militar confesó que reguló ya que el 6 de noviembre correrá ni más ni menos que la maratón de Nueva York.
Al respecto, el sargento ayudante, del equipo de atletismo del departamento de educación física del Estado Mayor del Ejército que está en comisión en el RIM 22 de San Juan, confesó que está muy ilusionado en hacer un buen papel en tierras norteamericanas porque aspira a ser top 50. Su mejor marca en los 42K es de dos horas y 23 minutos.
El desarrollo en Damas
Por el lado de las chicas, la cosa estuvo más peleada.
Es que Julieta Príncipe partió en el primer puesto desde el vamos, seguida, de lejos por Yamile Abraham. Más relegada aún una desconocida Julieta Cataldo.
Ese orden se respetó hasta el recorrido de la Ciudad Universitaria, aunque ya en la salida de la misma, la tupungatina empezó a avanzar y así se hizo del segundo puesto hasta sobrepasar a Abraham.
Príncipe seguía primera, pero, a la altura de la Penitenciaría, a unos dos kilómetros de la meta, Cataldo iba decidida por la punta, que se la arrebató a la Impulso Vital apenas ingresaron a las instalaciones del Liceo, es decir a menos de un kilómetro del arco de llegada.
En diálogo con Mendoza Corre, Julieta confesó que no tiene entrenador ya que corre sola, aunque es profesora de educación física. Antes de fin de año aspira a participar en los 10K de la Maratón Nocturna de Ciudad y en la carrera nocturna de Malargüe.
Carreras para la familia liceísta
Además de los 10K, se realizaron competencias de distancias más cortas cuyos circuitos discurrieron por las instalaciones del amplio predio del Liceo y que estuvieron dirigidas a los estudiantes de la institución educativa.
Así las cosas, se corrieron 4K para los Cadetes (Secundario); 2K para la familia liceísta; 1K, para 6° y 5° grado (Primario); 400 metros para 4° grado (Primario) y 60 metros para 3° grado (Primario) a sala de 3 años.
Estas competencias se caracterizaron por el ambiente familiar y por estar signadas por una fiesta absoluta.
Personaje
El running suele regalar personajes entrañables y la Maratón Liceo General Espejo no podía ser la excepción.
Es que nos encontramos con el suboficial mayor, retirado, José Gustavo Illes (56), que, este año, se propuso participar en 40 carreras.
¿El motivo para semejante esfuerzo físico y mental? Rendirle un homenaje a los héroes de Malvinas a 40 años de la guerra del Atlántico Sur.
Es decir que con cada competencia que corre José simboliza cada aniversario del conflicto que Argentina mantuvo con el Reino Unido.
El militar participó en, entre otras carreras, de los 30K de calle de Lobos (Provincia de Buenos Aires); UTACCH (20K); los 42K de la MIM, de Mar del Plata, Rosario y Chaco Corrientes.
Para completar su cruzada, de acá a fin de año, participará en los 42K de Villa La Angostura, los 25K de Huerta Grande y los 100K (en tres etapas) de El Cruce.
Postal irónica
La foto que mostramos a continuación es toda una paradoja…
Es que la sonrisa de los runners simboliza la libertad que regala el arte del trote que se exterioriza, irónicamente, en el edificio que simboliza el encierro, la Penitenciaría Provincial.
Luz y sombra de nuestra sociedad.
