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Una mendocina en el Champaquí

Natalia Araujo, del team Vida Training, concluyó en un meritorio tercer puesto en la general femenina de los 80K de la Half Misión.

La exigente y emblemática ultramaratón se llevó a cabo el sábado pasado en la pintoresca villa serrana cordobesa de San Javier y Yacanto y consistió, básicamente, en rodear el colosal cerro Champaquí.
Los 80K de la Half Misión fueron, en Caballeros, para José Dragone (10:19) y, en Damas, para Belén Barrera (11:09). (Hacé click acá para ver las clasificaciones completas).

Naty a más de 2.000 msnm faldeando el Champaquí. Foto: Facebook, gentileza La Misión.



Auge

Así, la gran faena de Naty se sumó al excelente desempeño que tuvieron el mismo fin de semana, en la Endurace Challege TNF de Chile, Roberto Koch, 4º en los 160K; Alejandro García, 8º en los 80K,  y, en los 50K, Silvina Pérez (4º), Sol Andreucetti (5º), Ana Rozen (6º) y Sonia Procopio (8º). (Hacé click acá para leer la nota de esa competencia).
Si a esto le sumamos que en tierras trasandinas participaron más de 50 corredores, podemos hablar del gran auge del trail running en Mendoza, disciplina a la que día a día se le suman más y más amantes del trote en la montaña.
Naty, al medio del pelotón, en el primer tramo de la carrera. Foto: Facebook, gentileza La Misión.

“La más dura”
Al referirse a su desempeño y sensaciones, Naty explicó que, de las 5 ultramaratones que corrió, la Half Misión fue “la más dura” porque a los exigentes desniveles que hubo que sortear se le sumaron las complicaciones del tiempo.
“La subida al principio fue durísima”, empezó su relato, al referirse que se largó desde Yacanto a los 970 msnm y, tras 14K de marcha, se llegó a los 2.700 msnm. Allí se faldeó, con diferentes desniveles, el imponente Champaquí durante unos 26K para luego encarar hasta la llegada (el mismo punto de largada) una “bajada muy picante por senderos con mucha piedra que estaban húmedas por la lluvia, por lo que tuve que descender con mucho cuidado”.
Pero a los terribles desniveles hubo que sumarle las complicaciones del tiempo ya que “cuando largamos, a las 10 de la mañana, estaba soleado y hacía mucho calor. Pero a medida que subíamos las condiciones se complicaron: el cielo se fue ‘cerrando’ por la densa neblina, lo cual impedía ver las marcas del camino, por lo que había que andar con cuidado para no perderse. Luego llovió muchísimo, empezaron los truenos, hizo frío y corrió viento muy fuerte”.
Para completar los 80K, la mendocina precisó de 15 horas y 22 minutos.

Naty posa orgullosa su medalla finisher. Foto: Facebook, gentileza
La Misión.
“Me lo tomé en serio”
 
Al preguntarle sobre las expectativas que tenía para la carrera, Naty contó decidida que eran “las mejores. Siempre pongo todo; este deporte me lo tomé en serio y lo disfruto al máximo”.

«Me tomé en serio este deporte», dice Naty.
Foto: Facebook, gentileza La Misión.

Teniendo en cuenta su concepto de «disfrute», destacó que fue “alucinante disfrutar los increíbles paisajes de la zona”.

Una de las aspiraciones que tiene es correr el año que viene de nuevo la Half Misión, pero en la categoría duplas junto a su novio Diego Reyes, quien este año le hizo el aguante desde afuera.
También se fijó como objetivo para el 2017 correr en abril la Patagonia Run (aunque aún no definió la distancia, probablemente optará por una de sus ultras de no menos de 100K).
Naty ya venía teniendo buenos desempeños este año: en el emblemático Cruce Columbia había concluido 25º y tercera en los 100K de la Fiambalá Desert Trail.
Nuestra entrevistada de hoy es licenciada en Comunicación Social recibida en la UNCuyo, donde trabaja como comunicadora institucional en la facultad de Filosofía y Letras.

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.