Pasó el 34° Triatlón Internacional Vendimia que, más allá de braceos, pedaleos y trotes, y alguna que otra polémica, dejó lindas anécdotas y gratos momentos vividos que trataremos de reflejar en esta nota.
«Locos bajitos». Los que pusieron el mayor color al evento fueron, sin duda alguna, los Iron Kids, quienes son el futuro de las disciplinas combinadas mendocinas. Los niños demostraron, junto a su desparpajo y transparencia, su valentía y determinación ya que no cualquiera se mete al lago del Parque San Martín a nadar. Y ellos lo hicieron con absoluta naturalidad. Sin duda alguna que el trabajo que llevan adelante los profes de las escuelas de triatlón es muy bueno y loable. Desde Mendoza Corre los felicitamos y los premiamos con la foto de tapa de esta nota, y con la que sigue a continuación:
Asistencia con sonrisas. Los jóvenes que estuvieron en el stand de atención gastronómica para los triatletas trabajaron toda la jornada con muy buena onda ¡Felicitaciones!
Delicadeza femenina. Las chicas del puesto de hidratación de la línea de llegada atendieron a los atletas como si fueran sus familiares ¡Muy bien chicas!
Cronometraje preciso. Diego Urabayen, de Tiempos y Resultados, se encargó del cronometraje de la competencia. Como siempre, lo hizo con profesionalismo y alguna que otra sonrisa.
Comunicadores conversadores. La presidenta de la Asociación Mendocina de Triatlón, la licenciada en Comunicación Mariana Vázquez, a pesar de estar muy ocupada con la organización del evento, se hizo un tiempito para charlar animadamente con el periodista deportivo Daniel Yudica.
Pies sanos. El stand de Ortopedia Aconcagua, encabezado por Augusto Figueroa, estuvo muy activo durante toda la jornada. Se ve que los deportistas quiere cuidar sus «patitas».
Hablador. El encargado de la locución del Triatlón Vendimia, Cristian Maurandi, no dejó de dar letra durante todo el evento. Como siempre, lo hizo con profesionalismo y, sobre todo, muy buen humor.
Músculos relajados. Los profesionales del Centro Médico Barraquero, con Kinesiología Funcional, fueron los encargados de ayudar con la elongación a los triatletas. El staff estuvo encabezado por el prestigioso licenciado kinesiólogo Gustavo Gómez.
Amigos son los amigos. Los triatletas Rodrigo Sendra y Martín Maluf fueron activos protagonistas del 34° Triatlón Vendimia. Rodrigo participó en la carrera estrella y, como profesor de educación física, acompañó a los alumnos de su team. Martín no corrió porque se dedicó a filmar el evento con su dron, para su empresa Aero Drone.
Nunca dejará las combinadas. El ex presidente de la Asociación Mendocina de Triatlón, Luciano Cichitti, participó del evento, como lo hace todos los años. Será ex dirigente pero jamás ex triatleta…
Stand con glamour. La profesora de educación física Pamela Mercado es toda una buscavida pero, siempre, con estilo. Ahora, entre otros trabajos, es representante de la marca Núfit, «Entrená con onda». Su gazebo no dejó de recibir la visita de las damas que se acercaron a correr o a alentar a los triatletas.
La atleta y ¿ex? política. No sabemos si la ex vicegobernadora de Mendoza Laura Montero seguirá en las lides políticas, pero de lo que sí estamos seguros es que nunca dejará el deporte. Participó de las postas junto a Noelia Villegas. Ella estuvo a cargo del tramo de natación, mientras que su amiga fue la responsable del pedaleo y trote. Ganaron su categoría.
Nunca rendirse. El atleta cordobés Pablo Pomata, a los 21 años, tuvo un hecho que lo marcó de por vida cuando un ACV le inmovilizó la mitad de su cuerpo, lo cual lo llevó a una silla de ruedas. Luego de un periodo de depresión, decidió salir adelante. Así, poco a poco, se fue recuperando porque su meta era volver al triatlón. «Todo es posible si hay voluntad, fe y determinación», es su lema. Así las cosas, hoy es un gran paratriatleta, está entre los mejores 22 del mundo, que lucha por ser parte de los JJ. OO. Tokio 2020. Lo conocimos cuando lo vimos con el experimentado Mario Delpodio entregándole un libro, escrito en España, #HoyNoPerderé, que refleja ejemplos de vida. Estamos felices de haberlo conocido y acercamos su experiencia de vida.
La sociedad se desangra. «Dale ‘culiaú’ cruzá, ¡dale!», dice un pibe con camiseta de River Plate a su amigo, vestido de buzo azul. Ambos están perdidos. Tanto que dan la impresión de que no saben dónde están. Su lenguaje es rudimentario y pleno de términos soeces. Como si no supieran otra forma de expresarse. Ambos, especialmente el de River, se tambalean y dudan si cruzar la avenida de Los Plátanos. Uno amaga a hacerlo, da un paso, trastabilla y sus piernas quedan clavadas en el suelo, aunque su torso bambolea de un lado al otro. Una bicicleta de los triatletas elite pasa a toda velocidad y por apenas 20 centímetros no lo atropella. Están muy nerviosos. Una porque apenas pueden estar de pie. Otra porque atrás, a no más de 30 metros, hay un policía al que le temen que los vea. Finalmente, a duras penas, cruzan. Y cuando están en la vereda «a salvo» uno saca de un bolsillo un cigarrillo que no es de tabaco sino de pasta base (un «Paco»). Con desesperación, prende fuego y aspira con fruición y sale haciendo «eses».
Ese triste espectáculo se pudo ver ayer a la mañana en el Parque San Martín. Nosotros, los aficionados al deporte y atletas, festejábamos la vida que da el deporte. Otros, sin horizonte, vivían la muerte que les gana, lentamente, de la mano de la droga. Esta es la sociedad que construimos a lo largo de décadas. Es difícil pensar cómo vamos a salir adelante cuando más del 30% de los argentinos viven en la pobreza y casi el 50% de los niños son pobres. Será complicado, pero es una lucha que debemos dar. El deporte, la educación y la cultura popular serán fundamentales para salir del laberinto.
Fotos: Claudio Pereyra Moos
Foto de tapa: Javier Escudero (click acá para acceder a su perfil de Facebook)
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