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Esperanza se escribió en “Castellano”

Los hermanos Luis y Jesús Castellano dominaron “a piacere” los 11,5K de la primera carrera “Aniversario Alas de Esperanza”, que se llevó a cabo ayer a la tarde en el Parque General San Martín, Cerro de La Gloria incluido.

Los atletas del equipo Huilalán Corre encabezaron, con gran ventaja, toda la competencia y se estuvieron disputando la punta durante todo el exigente y hermoso circuito definiéndose el ganador en un sprint final apasionante.

Los runners bajaron por la subida de los autos del Cerro de la Gloria. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Así las cosas, Luis cruzó primero la meta tras 43 minutos y 24 segundos de intenso trote. Su hermano, Jesús, llegó al arco apenas 15 segundos después. Jorge Ávila (45:53) completó el podio.

Por el lado de las chicas ganó con absoluta comodidad Carina Furque (APFit) con un tiempo de 50 minutos y 55 segundos. La secundaron, muy lejos, la ATR Silvia Pisán (55:48) y la Los Cóndores Érica Rojas (1:08:50).

Silvia Pisán (segunda de la general femenina) en el último tramo de subida del Cerro de la Gloria. Foto: Claudio Pereyra Moos.

El “Gran Capitán” los acompañó desde el cielo

La carrera fue netamente solidaria ya que los casi 100 atletas que la disputaron colaboraron con Alas de Esperanza, la organización deportiva para que chicos con Síndrome de Down practiquen running y rugby.

Esta ONG fue fundada por Mario Edgardo Arenas, que falleció hace un año. Por eso la competencia se llamó “Aniversario Alas de Esperanza”.

El staff de Alas de Esperanza que organizó la carrera. Foto: gentileza Antonio Tello Vargas.

Marito, fue un ex combatiente de Malvinas que era amado en el ambiente runner por su bondad y solidaridad que con su paso lento pero constante daba un ejemplo de amor por los demás inigualable.

Por eso, hoy los atletas sin duda alguna se sintieron acompañados desde el cielo por «el Gran Capitán», tal como lo llamaban sus chicos de Alas de Esperanza. También, seguramente, debió estar orgulloso de Cristian Amador y Ceciclia Boschi, sus amigos que tomaron la posta de su cruzada solidaria y que fueron el alma máter de la jornada deportiva de ayer.

Cecilia Boschi (primera de la izquierda) y Cristian Amador (segundo de la derecha) son los que tomaron la posta de Mario Arenas. En la foto junto a su amiga Eve (de Nutrifé) y dos de los chicos de Alas de Esperanza. Foto: gentileza Antonio Tello Vargas.

El circuito

El circuito de la competencia fue realmente hermoso, por la exigencia, tuvo un desnivel positivo de casi 350 metros, y porque pasó por los lugares más lindos de nuestro Parque General San Martín.

Así las cosas, los atletas largaron desde El Rosedal del lago (a donde también estuvo la llegada) y pasaron por, entre otros íconos del principal pulmón verde mendocino, el emblemático Cerro de la Gloria; la bellísima avenida Libertador, atravesando el Parque de los Pueblos Originarios (ex Aborigen), la rotonda Orsali y los Caballitos de Marly y la Fuente de los Continentes.

En este espacio siempre lo decimos, y no nos cansaremos de repetir, que nuestro Parque es uno de los más hermosos del país, del cual los mendocinos debemos estar orgullosos y agradecidos de quien lo pergeñó, el estadista Emilio Civit, y de quien lo diseñó, el arquitecto Carlos Thays.

Postal que muestra la belleza de la Avenida del Libertador. Foto: Claudio Pereyra Moos.

El desarrollo

Desde el vamos nomás, la carrera fue encabezada por la dupla de los hermanos Castellano, que dominaron con contundencia los 11,5K. Así las cosas ambos se estuvieron intercambiando el primer puesto permanentemente.

A la cima del Cerro de la Gloria llegó primero Luis, que hizo valer su fuerza para encarar la primera mitad del circuito que fue toda subida. Pero cuando empezó la bajada, su hermano aprovechó su mayor explosión para pasar a la punta.

De esta manera, Luis trató de no perderle la pisada a Jesús durante todo el descenso, que concluía en la rotonda de Los Caballitos de Marly. Entonces, Luis sacó fuerza en el último kilómetro que era subida y que pasaba por las avenidas de Las Tipas y de Los Plátanos, primero, y por la calle del lago, después. En esta última empezó el sprint final donde Luis terminó adueñándose de la carrera.

Luis Castellano llega primero a la cima del Cerro de la Gloria. Foto: Claudio Pereyra Moos.

En cuanto a las chicas, el desarrollo fue absolutamente previsible. Carina Furque, que en el último año más que correr vuela, fue la dueña de la punta durante los 11,5K. Por su parte Silvia Pisán fue siempre la segunda, mientras que la tercera, Érica Rojas, llegó a esa posición con una cómoda ventaja sobre su inmediata perseguidora.

Si querés conocer el detalle de la clasificación, categorías por edad incluidas, hacé click acá.

Carina Furque voló este año. Foto: Claudio Pereyra Moos.

La promocional

A parte de los 10K, se corrieron 5K promocionales que fueron más familiares, aunque, como siempre ocurre, hubo un grupo de atletas que se tomó las cosas en serio.

El podio masculino fue de Santiago Casabene (20:54), Daniel Rodríguez (22:47) y Leonel Ibarra (23:28); mientras que el de las chicas fue de María Sánchez (23:41), Magalí Canaviri (25:16) y Viviana Guilhou (27:14).

Si querés conocer el detalle de la clasificación hacé click acá.

Los participantes de los 5K largaron detrás de los de la carrera principal. Foto: gentileza Antonio Tello Vargas.

Postales esperanzadoras

A continuación algunas fotos de pequeñas historias que se reflejaron en una tarde solidaria:

El Rotary dijo presente. Ricardo Llorente, Gobernador del Distrito 4851 del Rotary International, no se quiso perder la carrera en honor a Mario Arenas. Además colaboró desinteresadamente ya que fue el que consiguió la hidratación de la carrera, que estuvo a cargo de Soda Dimarco.

Ricardo Llorente junto a chicos de Alas de Esperanza. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Dando una mano en las alturas. En el punto más alto de la carrera, la cima del Cerro de la Gloria, hubo un puesto de hidratación que estuvo a cargo de Miguel Valdivia, papá de uno de los chicos de Alas de Esperanza.

Miguel Valdivia. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Abuelo feliz y orgulloso. El histórico triatleta Mario Delpodio dijo presente en la cruzada solidaria, con la compañía de su nieta Martina. «Acordate de lo que te digo, ella (por Martina) será una gran triatleta. Tiene una gran técnica de nado y trote y, sobre todo, una gran fuerza de voluntad», expresó con mucho orgullo. Instantes después acompañó a la pequeña a correr los 5K promocionales, que los hizo con total desenvolvimiento.

Mario Delpodio junto a su esposa Ana y su nieta Martina. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Todos dieron una mano. La carrera de Alas de Esperanza fue una verdadera oda a la solidaridad. Muchos que tienen que ver con esta ONG colaboraron. Como el caso de Rosa Ibarra, mamá de uno de los chicos de Alas que esperaba a los corredores en la meta con un cartel que rezaba «Lo Lograste» ¡Bien ahí!

Rosa Ibarra, la señora que esperaba con una sonrisa a los corredores. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Responsabilidad social empresaria. La medición de los tiempos estuvo a cargo de Diego Urabayen, responsable en Argentina de la empresa TyR (Tiempos y Resultados). No cobró un centavo. Todo un ejemplo solidario que aplaudimos. Debemos la foto pero no quisimos dejar de notar un gesto tan grande.

Foto portada: gentileza Antonio Tello Vargas

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.