“La Zegama”, tal como se denomina coloquialmente en el ambiente del trail mundial, tiene como epicentro al pueblo que le da nombre a la competencia.
Zegama es un municipio de la provincia de Guipúzcoa, País Vasco, perteneciente a la comarca del Goyerri, al norte de España.
El circuito de esta carrera es terriblemente duro, tanto por su desnivel positivo como por su terreno tremendamente técnico.
Pero lo que más atrae a los atletas son dos cosas. Por un lado, las bellezas naturales del País Vasco. Por el otro, la incomparable calidez de los lugareños que alientan a los maratonistas durante prácticamente todo el recorrido, especialmente en las trepadas más duras.
Es tanto el prestigio de la Zegama Aizkorri que, con un cupo anual de 500 competidores, tiene en cada edición una lista de más de 10 mil postulantes.
Este año se disputó ayer y contó con la participación de Santos Gabriel Rueda, el “Saga”, uno de los mejores trail runners de la Argentina, que Mendoza Corre entrevistó para que contara qué se siente ser parte de esta competencia mítica.
El circuito y el público
Antes de ir a la palabra de Rueda, es bueno describir las características del circuito de la Zegama y el rol fundamental que juega el aliento de los lugareños durante la competencia.
El trazado surca la media montaña del macizo de Aratz y la Sierra del Aizkorri, coronando las cimas Aratz, Aizkorri y Aketegi.
Se parte desde Zegama (296 msnm) hasta el alto de Otzaurte (652 msnm, a los 7k de carrera) para seguir por caminos y senderos de montaña de gran belleza natural, donde se combinan zonas de arbolado con tramos de piedra muy escarpados, como así también pastizales.
Así las cosas, se asciende a la cresta Aratz (1436 msnm, a 16K), para luego ir a la Aizkorry (1526 msnm, a 22K) y seguir subiendo a la Aitxurri (1530 msnm, a 23K). Posteriormente se desciende por una parte muy técnica para tomar un tramo de relativo llano hasta trepar a Andraitz (1.350 msnsm, a 30K) y luego bajar abruptamente hasta el pueblo de Zegama.
El tiempo juega un rol fundamental porque si no llueve el principal tramo técnico es en la mitad de la competencia, más precisamente en la zona del pico del cerro Aizkorri. Pero si la lluvia dice presente, algo muy común en esta región, la dificultad es tremenda porque el terreno se torna muy resbaladizo tanto en los segmentos de piedra caliza como de tierra, donde el lodo hace del circuito un verdadero infierno para el equilibrio de los atletas.
Este año, el tiempo se presentó muy complicado por la caída de agua, a tal punto que la organización se vio obligada a modificar el recorrido para evitar la “crestería” más importante del circuito, aunque la extensión del mismo se vio modificada solamente en unos 500 metros menos.
El público
Como dijimos, la calidez del pueblo vasco hace de la Zegama Aizkorri un evento deportivo único.
Es que durante prácticamente todo el recorrido, pero especialmente en las trepadas más duras, los lugareños dicen presente con un aliento inigualable, formando pasillos humanos donde los deportistas reciben toda clase de apoyo espiritual.
Un argentino en suelo vasco
Este año, en Zegama Aizkorri, dijo presente nuestro Santos Gabriel Rueda, que clavó el cronómetro en 4 horas, 36 minutos y 33 segundos, registro que le permitirá competir nuevamente el año que viene sin ir a sorteo, algo muy importante y meritorio.
Cuando le preguntamos por el balance de su participación, “Saga” no dudó en afirmar que “me fue muy bien. Es increíble correr acá. Creo que es una carrera con mucha historia en el trail running. Es una maratón de Montaña de 42K con 2800 metros de ascenso”.
El salteño destacó que, más allá de la belleza y complejidad del circuito, algo que es atrayente para todo trail runner, lo más conmovedor es “cómo la gente vive aquí el deporte. A pesar de la lluvia y el frío que hizo este año, fue mucha gente a alentar durante el recorrido. Nunca viví algo así con tanta gente gritando y alentando en las subidas. Por momentos, no sabía si seguir corriendo o quedarme a vivir eso, sobre todo en Sancti Spiritu (N. de la R.: la trepada que va desde esa localidad a las cimas Aizkorri y Aitxuri). Fue una cosa de locos: creo que las orejas te quedan retumbando por varias horas…” luego de la competencia.
Respecto a su desempeño, puntualizó: “Desde el lado deportivo fue también muy bueno, creo que quedé como el mejor sudamericano en una edición que con tanta lluvia fue difícil poder correr todo el recorrido, sobre todo en las crestas de montaña y en las bajadas con tanto barro y suelo mojado”. (N. de la R.: efectivamente, nuestro entrevistado fue el latinoamericano mejor clasificado).
A la hora de describir la competencia, puntualizó: “Es una carrera con tanto nivel que todo el tiempo se corre, si caminás te empiezan a pasar, así que sólo seguía corriendo todo lo que podía. A pesar de eso pude hacer una marca que me habilita a volver a correrla sin entrar a un sorteo. Así que muy feliz de vivir esta experiencia y hacer una buena carrera para mi país. Creo que dada las condiciones (meteorológicas) es muy difícil poder correr más rápido, al menos para mí, que estoy entrenando en Málaga con 35 grados de temperatura”.
En cuanto a su futuro competitivo, contó que en agosto correrá nuevamente el UTMB (el año pasado salió 30° con un tiempo de 23 horas y 55 minutos siendo el primer argentino que hizo los míticos 170K que rodean el Mont Blanc en menos de 24 horas). “Luego veré qué hago, lo iré viendo de a poco”, completó.
Rueda tiene una vida digna de contar y resaltar. Siendo de origen muy humilde, en base a estudio y esfuerzo, se recibió de ingeniero nuclear en el Instituto Balseiro de Bariloche. Tras recibirse trabajó en la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica) y hace más de un año que está en Europa corriendo prestigiosos trails, más allá de que en Málaga obtuvo una maestría en Big Data Analitycs.
Los podios
Manuel Merillas ganó la Zegama Aizkorri 2023 con un registro de 3 horas, 42 minutos y 01 segundo.
El español hizo una competencia de menos a más y, en un final apasionante que se definió en los últimos metros, le arrebató el liderazgo al marroquí Elhousine Elazzaoui imponiéndose con una renta de apenas 27 segundos. Completó el podio el británico Jonathan Albon (3h45m01s).
En la prueba femenina, la alemana Daniela Oemus se llevó el triunfo con un tiempo de 4 horas, 31 minutos y 55 segundos. Completó el podio la neozelandesa Caitlin Fielder (4h34m04s) y la suiza Theres Leboeuf (4h37m41s).