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El Zonda vino desde San Juan

El sanjuanino Nazareno Iván Basualdo se adjudicó los 55K de la Ultra Cerro Arco de punta a punta el domingo pasado, durante una jornada muy difícil para correr en el pedemonte ya que estuvo signada por un tremendo calor, que superó largamente los 30 grados, y por un Zonda en altura que caló hondo en la humanidad de los trail runners.

El integrante del Team Gacelas Andinas, entrenado por el profesor y triatleta Tomás Perucca, precisó de 6 horas, 19 minutos y 58 segundos para transitar un circuito que lo que brindó de belleza y diversión lo tuvo de duro con 2.500 metros de desnivel positivo, un punto máximo de altura de 2.863 msnm y un terreno altamente técnico.

El sanjuanino Nazareno Basualdo.
Tanto el segundo de la general, el francés Arnaud Gallois (6:35:18), como el tercero, el puntano del team Mercurio Diego Barroso (6:47:51), apenas pudieron seguir de atrás, en algún que otro tramo de la competencia, a Nazareno, que tuvo el dominio de las acciones en todo momento.
El ganador subrayó que “el circuito fue hermoso”, aunque con el mismo énfasis dijo que fue “muy duro y exigente”, que es como “a mí me gusta”. Al respecto destacó que a la hora de su perfomance lo benefició “que hubo mucha subida, que es donde yo me siento más fuerte”. Y cerró con una contundente definición: “Esta carrera es altamente recomendable”.
Si querés conocer la clasificación general masculina de los 55K, categorías por edad incluidas, hacé click acá.
Un diamante en bruto

Silvina «Chila» Pérez.

En cuanto a las Damas, la contundente ganadora fue la mendocina María Silvina Pérez (7:33:46) que punteó toda la competencia sacándole una diferencia de más de una hora a la bonaerense, sanjuanina por adopción, Sonia Procopio (8:40:56), y a nuestra también comprovinciana de Team Mohamed Marisa Farina.(8:51:12).

“Me sentí muy bien, me encantó el circuito, la subida fue muy dura. El calor fue muy intenso. El lugar por donde se desarrolló la carrera fue muy lindo, zona que no conocía. La bajada fue muy picante, como a mí me gusta. Como siempre digo, corrí con el corazón y le puse todo y disfruté un montón porque no hay nada como correr en nuestro jardín”, expresó la profesora de educación física.
Esta victoria tan apabullante de la líder del Team Chilates no hace más que corroborar que estamos ante una atleta de elite que puede dar muchas satisfacciones al deporte mendocino. Recordemos que en abril ganó los 100K de la ultramaratón más prestigiosa del país, Patagonia Run, y que a fines de agosto fue top 20 femenino en los 120K de la TDS, una de las carreras que dan marco al UTMB en Chamonix (Francia), meca del trail running mundial.
La “Chila” tiene todo para seguir trascendiendo: es una gran atleta con condiciones innatas para correr en montaña; como profesora de educación física sabe muy bien cómo entrenar y, por sobre todas las cosas, como ella siempre dice, tiene “corazón”, algo fundamental en el trail running, deporte que se corre no sólo con las piernas sino también con la fortaleza psicológica.
Si querés conocer la clasificación general de los 55K femeninos, categorías por edad incluidas, hacé click acá.
El circuito y el tiempo, determinantes
Hubo senderos muy técnicos y con mucha piedra.

Antes de hablar del desarrollo de la carrera es bueno describir acabadamente el circuito que ofreció una magnificencia visual ostensible, gracias a los bellos paisajes pedemontanos menducos, y una terrible dureza como la que buscan todos los trail runners.

Los 55K, que en realidad, terminaron siendo 59K, empezaron y terminaron en la Villa Marista del Challao.
Los atletas partieron hacia el cerro Arco (1.680 msnm), como primer obstáculo; para luego arremeter al Santo Tomás de Aquino, con una altura similar al emblema de la carrera.
Luego, los trail runners siguieron subiendo hacia el Gateado (2.132 msnm) para bajar al Puesto Tres Quebradas y luego ascender progresivamente hasta ingresar a la Quebrada del Manzano y por ésta trepar al punto más alto de la carrera a los 2.863 msnm, exactamente el kilómetro 33 de la carrera.
Desde allí, con una vista majestuosa de todo el pedemonte, comenzó la parte más divertida de la competencia porque comenzó una bajada muy “picante”, donde los que tuvieron piernas pudieron disfrutar del placer de correr a pleno sintiendo el viento y el aroma de la flora autóctona.
Como siempre decimos, las carreras de montaña mendocinas son muy ásperas porque se desarrollan en terrenos altamente técnicos con grandes y traicioneras piedras, a veces escondidas entre los coirones, en los senderos de ascenso y descenso de los cerros. Asimismo, cuando toca correr en las quebradas hay que lidiar con superficies plenas de ripio que “comen” las piernas a más no poder.
Pero a esta edición hubo que agregarle un condimento muy importante en el rendimiento de los deportistas: el calor, al que hubo que agregarle un Zonda en altura, “enemigo” invisible para los trail runners que impactó de lo lindo en su humanidad. Si bien al principio la carrera fue soportable, porque largó a las 6 de la mañana y la temperatura era inferior a los 20°C, cuando tocó descender, al mediodía, para los primeros, y a la siesta y a la tarde, para los más rezagados, el calor fue terrible con mucho más de 30°C y un sol abrasador.
Más allá de las adversidades de la carrera, los atletas desplegaron su buena onda.
El desarrollo de la competencia
La orden de largada se dio a las 6 de la mañana cuando el sol todavía no salía.
Desde el vamos, Nazareno Basualdo impuso el ritmo, seguido muy de cerca por Diego Barroso.
Sin embargo, en el kilómetro 8, a la altura del primer puesto de hidratación, poco antes de la cima del Arco, el sanjuanino sacó una luz de ventaja sobre el puntano que, ya rumbo hacia el Gateado, se hizo más grande.
Desde ese momento, Nazareno marchó solo y tranquilo en la punta, aunque Arnaud Gallois se le acercó peligrosamente al llegar al punto más alto de la carrera, en el kilómetro 33 (apenas los separaban 300 o 400 metros). “Allí vi al francés, pero yo tenía piernas y pude aprovechar la bajada, donde definitivamente le saqué la ventaja”, expresó el ganador, que llegó a la meta 15 minutos antes que su inmediato perseguidor.
En cuanto a las chicas, los tiempos finales hablan por sí solos: la diferencia de más de una hora de María Silvina Pérez sobre Sonia Procopio y Marisa Farina describe que la competencia fue un monólogo de la “Chila”.
La aspereza del circuito hizo que los corredores dieran todo en todo momento.
Las otras distancias
Carlos Becerra, el malargüino ganador de los 32K.

Además de la carrera estrella, los organizadores propusieron dos distancias más: 32K y 15K.

En los 32K, cuyo circuito incluyó sólo los cerros Arco, Santo Tomás y Gateado, con 1.500 metros de desnivel positivo, el podio masculino estuvo compuesto por el malargüino de Team Mohamed Carlos Becerra (3:22:28); el también mendocino Damian Olaiz (3:32:11) y por el sanjuanino de Límite Vertical Horacio Peñalosa (3:38:12).
Acá las mejores chicas fueron la sueca Louise Guevara (4:41:33); la mendocina de The North Face Julieta Espínola (5:03:19) y la sanjuanina María Eugenia Ruiz (5:07:22).
Si querés conocer la clasificación general de los 32K, categorías por edad incluidas, hacé click acá.
En los 15K, donde los trail runners sólo debieron trepar el cerro Arco y hacer frente a más de 600 metros de desnivel positivo, los que coparon el podio masculino fueron los mendocinos Humberto Zancanaro (1:32:03), Cristian Herrera (1:33:16) y Andrés Giol (1:35:01).
En la distancia más corta, las tres mejores mujeres fueron la estadounidense Lucy Alexander (1:47:46) y las mendocinas Viviana Briggs (1:56:15) y María Civelli (1:59:41).
La sueca Louise Guevara, ganadora de los 32K.

Si querés conocer la clasificación general de los 15K, categorías por edad incluidas, hacé click acá.

Una fiesta del trail running
Con la irrupción de sus nuevos organizadores, los directores de la empresa de indumentaria deportiva South Col Daniel Ponce Giménez y Eduardo Simón, la séptima edición de la Ultra Cerro Arco pegó un innegable salto de calidad.
Algo absolutamente necesario para una carrera que, a pesar de los errores cometidos en ediciones anteriores, se convirtió en un ícono del trail running mendocino.
Para empezar, merced a una inteligente campaña de promoción, la convocatoria superó los 350 atletas.
Los trail runners provinieron de casi todo el país con predominio de porteños, bonaerenses y cordobeses, aunque también se notaron corredores de San Juan, San Luis, Tucumán y de hasta Tierra del Fuego. No faltaron extranjeros: principalmente de Chile, aunque también hubo algunos brasileros, algún uruguayo y hasta una sueca, una estadounidense y un par de suizos.
Lucy Alexander, la norteamericana ganadora de los 15K.

Hablando de la carrera en sí, es necesario remarcar que el principal logro de los chicos de South Col fue trazar un muy lindo circuito que tuvo de todo: alta exigencia, lindos paisajes y tramos muy divertidos.

En cuanto a la organización, la demarcación estuvo casi perfecta: la inmensa mayoría de los corredores destacaron este aspecto, tanto por la señalización como por la disposición de banderilleros. También funcionaron correctamente los puestos de asistencia, donde la hidratación y la alimentación estuvo a la altura de las circunstancias, con muy buena atención por parte de una mayoría de voluntarios aficionados al trail running. Este último aspecto fue otro de los aciertos ya que los asistentes, como buenos corredores de montaña, sabían mejor que nadie qué necesitaba el atleta en plena competencia.
La seguridad tampoco ofreció grandes fisuras ya que el personal dispuesto para ello (en su mayoría rescatistas de montaña y profesionales de la salud) estuvo rondando permanentemente a lo largo del circuito.
En resumen: la organización estuvo a la altura de las expectativas que creó, más allá de algunos detalles que la mayoría de los corredores observó pero que señaló con criterio constructivo para mejorar, principalmente, la señalización y los puestos de abastecimiento.
La importancia del autocuidado
El atleta de montaña debe tomar sus recaudos a la hora de
correr.

Un desafío tan difícil como la Ultra Cerro Arco merece por parte de sus participantes el mayor de los respetos hacia la montaña.

Es que sabemos que la montaña es hermosa pero lo que da también lo puede quitar (salud y hasta la vida incluidas en los casos más extremos).

Traemos a colación este tema porque el responsable de estas líneas, que participó de los 55K, junto a otros dos trail runners, se encontró, en el tramo más duro de la competencia a casi 2.500 msnm, con un colega que sufría un principio de deshidratación, con descomposturas incluidas. El atleta en dificultades comentó que dos semanas atrás había participado de los 80K de Conociendo la Pachamama en Tilcara, Jujuy.

Evidentemente este trail runner no estaba en la mejor condición física para afrontar un desafío de la magnitud de la ultramaratón insignia de Mendoza y pagó un precio barato ya que pudo haber sido más caro que una descompostura pasajera.
Señalamos esta experiencia no con un dedo acusador, no somos quiénes para hacerlo, sino para que sirva de lección a todos los trail runners: la seguridad en las carreras, más allá de las responsabilidades ineludibles y principales de los organizadores, empiezan por ellos mismos.

Los corredores son quienes tienen que prepararse bien física y psicológicamente, para saber que tienen un límite que no deben traspasar.

Compromiso con el ambiente
Muestra del estado en que quedó el pedemonte a raíz de los incendios de septiembre.

Esta edición de la Ultra Cerro Arco también tuvo un especial significado porque los aficionados al trail running mendocino aún acusan el golpe de los terribles incendios que recientemente acontecieron en el pedemonte, el “patio” de su casa sin techo, ese lugar al que acuden casi todas los semanas para correr en contacto con la naturaleza.

Daba pena ir subiendo por el cerro Arco, primero; el Santo Tomás, después, y el Gateado, al final, para ver el panorama desolador: el negro de la flora autóctona por el impiadoso fuego de semanas atrás, acompañado por el penetrante olor a hollín.
Por eso desde la organización pusieron énfasis en el cuidado del ambiente “con compromiso de limpieza total de circuitos”. Así las cosas, durante esta semana, hasta domingo inclusive, recorrerán los senderos que sirvieron de ruta para los corredores para retirar las señalizaciones y limpiarlos ante eventuales desechos que pudieran haber quedado.

Fotos: gentileza organización Ultra Cerro Arco
Facebook: Fan Page Mendoza Corre (clikc acá para acceder)
Twitter: @mendozacorreok (click  acá para acceder)

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.
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gufy
5 years ago

fue exelente me enccanto todo fue a pedir del corredor gracias por cuidarnos tanto aguante el trail running