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El runner que lucha contra la corrupción

Hugo Alconada Mon, referente nacional e internacional del periodismo de investigación, contó a Mendoza Corre que el running es su deporte favorito. Dijo que lo ayuda en su trabajo altamente estresante.
Hugo Alconada Mon. Imagen: IA (Chat GPT).

Hugo Alconada Mon es uno de los periodistas más destacados de Argentina, conocido principalmente por su labor en el ámbito del periodismo de investigación. Su pluma exquisita y la rigurosidad de sus investigaciones –basadas en la recopilación de datos incontrastables, el análisis detallado y su compromiso con la verdad– destaparon numerosos casos de corrupción en las últimas dos décadas del país.

Su currículum dice, entre otras cosas, que es prosecretario de Redacción de La Nación, columnista de El País de España, maestro de la Fundación Gabo, miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo y del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). También que recibió múltiples premios nacionales e internacionales y que participó en las sonadas investigaciones globales Wikileaks y Panama Papers. Como si fuera poco, publicó cinco libros de investigación, dos de series de entrevistas y dos novelas.

Ayer estuvo de paso por Mendoza para participar en la Segunda Jornada de Compliance e Integridad organizada por la Empresa Mendocina de Energía (EMESA) donde su exposición “Investigando la corrupción en el mundo real” – fue, por lejos, la más escuchada y respetada por la amplia audiencia que se dio cita en el Hotel Hilton de Guaymallén.

Mendoza Corre aprovechó la oportunidad para entrevistarlo para que nos cuente cómo el running es parte fundamental de su vida porque -asegura- le ayuda a combatir el estrés diario que sufre por las presiones de su trabajo. De paso, como no podía ser de otra forma, nos contó cómo ve el presente y el futuro de la lucha contra la corrupción en la Argentina.

Trote contra el estrés

Hugo Alconada Mon no duda es afirmar que el running es “clave” en su vida porque lo ayuda a combatir el estrés. De hecho, dice que corre más por una cuestión mental que física. Por eso, trota unos 40 kilómetros semanales repartidos en cuatro días a la semana (los otros tres los dedica al gimnasio).

Al respecto nos contó: “Para mí, el running es clave en mi vida. De hecho, hago ejercicio los siete días de la semana. Pero lo hago no por una cuestión de querer estar bien físicamente. No. Es para bajar la locura, bajar el estrés. Entonces, salgo a correr cuatro veces por semana y otras tres veces por semana voy al gimnasio. Corro más que nada por una cuestión de salud mental. De hecho, a veces, mi mujer me ve tan tan ‘rayado’, tan ‘cruzado’ que me trae las zapatillas y me dice ‘andá nomás… andá y salí a correr’. Me ha pasado de por ahí salir a correr, correr y correr hasta quedar tan exhausto que tengo que levantar el teléfono y llamar a mi mujer y decirle ‘pasame a buscar que estoy en tal dirección’”.

Tan bien le hace el running al prosecretario de Redacción de La Nación que se anima a aconsejarle a la gente que le dedique un tiempo, aunque sea pequeño, al ejercicio ya que ello redundará en su beneficio físico y mental.

En este sentido, dijo que el arte del trote “es un momento para uno. A mí, fuera de broma, me ayuda a pensar, a dormir mejor. Hacete un espacio. Por ahí no es necesario dos horas. Ni siquiera es necesario empezar a correr: empezá por caminar, después intercalás, por ejemplo, un minuto de trote y el resto caminás. Y después ya son dos minutos de trote, uno caminando… Y así vas sumando. Así, empieza a ser, si querés, parte de un recorrido y un disfrute. Y el espacio está: vas media hora, que es menos que una miniserie o una película en la televisión”.

El autor del libro Topos subrayó que “la ventaja que tiene el correr es que no dependés de otro, como un deporte grupal, como el fútbol o el tenis que siempre necesitás alguien más: en el running vos tenés el hueco, te ponés las zapatillas y salís. De hecho, yo a cada lugar que viajo me llevo las zapatillas, porque en algún momento aprovecho para conocer el lugar. Me ha servido donde he terminado corriendo desde con 20° bajo cero, literal, a con 40° de temperatura, y me ha permitido conocer lugares que de otra forma no hubiera conocido”.

Presente y futuro de la lucha contra la corrupción

Si teníamos enfrente a Hugo Alconada Mon teníamos que aprovechar para hablar sobre el momento histórico que vive la Argentina tras la ratificación de la condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A continuación, el diálogo que mantuvimos con el máximo referente del periodismo de investigación del país:

Hugo, vos sos un periodista referente en la investigación contra la corrupción. Muchos dicen que Argentina vive un momento histórico. Que hay un antes y un después a partir de la condena a una expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ¿Qué opinión tenés?

Creo que es prematuro decir algo así. Hay momentos episódicos y momentos que generan tendencia. Veremos. Momentos episódicos hemos tenido con otros grandes fallos, de esos que son potentes, pero que después resultaron como una luz en el camino y nada más. Y ha habido otros fallos que sí marcaron un punto de inflexión como el Juicio a las Juntas en 1985

Precisamente, hay algunos que lo comparan con el Juicio a las Juntas…

Veremos. Este caso lo que nos ha permitido es ver una de las dimensiones del principio de igualdad ante la ley: que una expresidenta es igual a cualquier otro ciudadano a la hora de tener que sentarse ante un estrado judicial y ser sometida a un juicio y fue hallada culpable. Ahora veremos si está la otra dimensión de la igualdad de la ley, que es que otros expresidentes, de otros signos políticos también terminen sentándose en un estrado judicial y asumiendo las consecuencias de sus actos. Veremos entonces si ocurre con Alberto Fernández. Pero también con refrentes de otros espacios políticos: Mauricio Macri, Javier Milei…

¿Pensás que hay elementos, causas serias que involucren a Macri y a Milei?

En el caso de Javier Milei es el caso $Libra. Veremos qué ocurre con la Justicia a la hora de investigar a un Presidente en ejercicio de sus funciones. Veremos. Por otro lado, con el expresidente Mauricio Macri tenemos el caso de espionaje ilegal, denominado “el Grupo Super Mario Bros”. Lo que tenemos, al menos por ahora, es que la Justicia ha llegado a la conclusión que esos espías que trabajaban para la SIDE, en realidad son “cuentapropistas” ¡Ah, mirá vos! Entonces qué tenemos: un grupo de espías que responden a un jefe de espías que, a su vez, va a la Casa Rosada ¡Pero ellos actuaron en soledad y como “autónomos monotributistas”! ¡Mirá vos! Y decidieron investigar a Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, a obispos, a empresarios, a políticos opositores, también a periodistas ¡Pero actuaron motu proprio! Es más, decidieron espiar a la hermana díscola del presidente, pero lo hicieron por decisión propia, no porque alguien les hubiera dado la orden… Vamos a ver si hay realmente un ánimo de la Justicia. Aclaro algo, (CFK) estuvo bien condenada, no es que yo estoy poniendo en duda la condena ¡No! Ahora lo que yo estoy hablando es de igualdad de la ley. Apliquemos la misma vara. Me parece excelente y ojalá que así sea porque ahí sí vamos a tener un punto de inflexión, porque ahí sí es una señal al resto del sistema político de que acá cambió la ecuación. Te voy a dar un ejemplo solamente sobre esto: Robert Klitgaard, que es uno de los mejores expertos en lucha contra la corrupción (ha escrito libros, tratados, ha hecho trabajos de campo), resume toda su vida en dos frases. Primero dice: “Si quieres avanzar realmente contra la corrupción, hay que freír algunos peces grandes”. Después, de inmediato, agrega: “Pero los primeros peces grandes tienen que ser de tu propio espacio político”. Ahí sí que el resto entendió que ahora no todo vale lo mismo.

¿Cómo ves el presente y el futuro del país? ¿Sos optimista en que podamos avanzar hacia una sociedad más transparente?

Ojalá que sí. Espero que sí. Sueño con eso. Ojalá que lo logremos. No lo tengo claro. Obviamente que en estos procesos vos tenés momentos mejores y momentos peores. Nosotros tuvimos momentos en los cuales fuimos impulsando normativa valiosa, tanto local como internacional, por ejemplo, adhiriéndonos a convenciones contra la corrupción. Y momentos de retroceso. A veces los retrocesos son muy marcados. Y a veces son en minucias: si le das más o menos presupuesto a los organismos de control, como la Oficina Anticorrupción, la SIGEN,  la GN, el Ministerio Público Fiscal. Ahí tenés señales concretas de si querés investigar, o no. Veremos. Esto es un proceso a largo plazo. Esto no es una cuestión que se puede modificar en tres meses. Vamos a ver. Es lo mismo que nos pasa con la lucha contra el narcotráfico. Estamos hablando de lo que pasa en Rosario y todo eso… Pero, ¿vos sabés que cuando los fiscales en Rosario, por ejemplo, hacen un allanamiento y secuestran un teléfono celular cuánto tiempo toma para que un experto informático lo abra?

Supuestamente debe ser inmediatamente

¡Tardan 8 meses!

En 8 meses el narco tiene tiempo…

De borrar todo lo que quisiera. Corregir lo que quisiera. Borrar las huellas que quisiera. Vos podés decir hay mala fe ¡No! ¡No hay presupuesto! Entonces, como no hay presupuesto, el experto informático dice: “andá a la fila querido que tengo otros teléfonos celulares y dispositivos electrónicos que revisar antes que el tuyo, sentate a esperar”. Entonces, a no ser que tengas una urgencia extrema, como un secuestro extorsivo, te manda a la fila. Entonces, queremos investigar, por ejemplo, el narcotráfico, bueno, entonces demos señales concretas: poné presupuesto, nombrá técnicos, nombrá fiscales, nombrá jueces ¡La mitad de los juzgados federales de Rosario están vacantes! ¿Querés investigar narcotráfico? ¿Querés combatir el narcotráfico? Lo mismo que se hace con el tema corrupción. Te voy a dar un ejemplo: durante años la Oficina Anticorrupción, parece chiste cuando lo cuento y la gente se ríe, la Oficina Anticorrupción no tenía Internet, se colgaba al WiFi del bar de la esquina ¡El Día del Gastronómico el bar cerraba, no había Internet y la Oficina Anticorrupción no podía mandar correos electrónicos! ¿Querés luchar contra la corrupción? ¡Poné presupuesto! En los tribunales federales de Buenos Aires hay oficinas que no tienen Internet. No te estoy hablando de una oficina a 1.500 kilómetros de Buenos Aires ¡No! ¡En los tribunales federales de Comodoro Py en donde, en teoría, tienen que investigar a los funcionarios nacionales! Hace pocos días, se les tapó el baño, la cloaca, y no pudieron laburar. ¿Vamos a hablar en las declaraciones o vamos a ir a los hechos concretos?

Para ir terminando, no quiero dejar de tocar que sufriste intento de hackeo de tu celular, de tu WhatsApp, tuviste aprietes ¿Cómo estás ahora? ¿Sentís las presiones?

Ha menguado. Las amenazas de muerte y todo eso está siendo investigado por la Justicia Federal. Lo que te puedo decir de eso es que ni lo dramatizo, ni lo banalizo. Yo hago lo que hago y me gusta. Y si yo hago lo que hago, lo que acabo de inferir del otro lado, no es un beso, un abrazo y una flor, realmente va a ser una amenaza, un insulto. Me han pasado varios episodios, no solamente con este gobierno, con varios gobiernos. De hecho, todos los gobiernos, de Carlos Menem en adelante, pidieron mi cabeza al diario (La Nación). Entonces, no lo dramatizo, porque es parte de mi trabajo, ni tampoco lo banalizo porque sé que no se puede banalizar. Pero olvidate de mí porque yo tengo determinadas redes de contención y determinados escudos protectores. Ahora, lo que yo también tengo claro es que yo soy un privilegiado porque no todos los periodistas tienen las redes de contención y los escudos de protección que tengo yo. De hecho, yo soy la excepción, la inmensa mayoría trabaja en soledad o en medios muy pequeños. Entonces, lo inquietante es que, si yo afronto esto, ¿cuál es la señal que reciben todos mis colegas que tienen muchas menos herramienta para protegerse y que están más solos que Kung Fu? Si estás más solo que Kung Fu, antes de publicar determinados temas, o de hablar o informar sobre ciertos temas, lo vas a pensar dos o 500 veces, lo cual es normal y no se los reprocho. Es lo más normal del mundo porque es una cuestión de autodefensa y autoprotección. Eso a qué te lleva, a que, eventualmente, esos colegas van a pensar antes de hablar, van a informar menos y en la partida la que termina sufriendo es la comunidad.

Hugo Alconada Mon, ayer, en su exposición en Mendoza. Foto: gentileza Prensa EMESA.

Imagen de tapa: generada por IA vía ChatGPT.

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.