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El “Mal Paso” del trail runner

Hoy te invitamos a hacer un circuito de 25K con 1.300 metros de desnivel positivo, y otros tantos de desnivel negativo, en nuestra precordillera norte, la que comienza en el Puesto de la Quebrada, en la base del cerro Arco.

El recorrido que te proponemos incluye los cerros Arco, Santo Tomás de Aquino y Gateado, más la Quebrada del Manzano (popularmente mal llamada Isidris), incluido el “by pass” Mal Paso, por el cual se sortea un tremendo accidente geográfico imposible de transitar.

El circuito parte desde los 1.100 msnm, en Puerta de la Quebrada, y llega a los casi 2.100 msnm, en la cima del Gateado. Además tiene muchas ondulaciones; pendientes muy bravas, tanto ascendentes como descendentes, y un terreno muy técnico con muchas piedras.

El punto más alto del circuito es el cerro Gateado.

Vamos a trotar

La carrera empieza en el famoso puesto Puerta de la Quebrada, en donde los trail runners mendocinos nos concentramos para partir de aventuras por nuestra querida precordillera norte.

Puesto Puerta de la Quebrada, donde empieza la aventura.

Desde allí recorremos por la huella un kilómetro levemente ascendente hasta la base del Arco. Luego, siempre por la huella, trepamos a la cima durante 3,5K hasta ganar cerca de 600 metros. En este tramo, el terreno no es complicado porque vamos por un camino.

La trepada al Arco requiere mucho esfuerzo por el desnivel, pero no te podés perder porque la huella te lleva sola a la cima.

Una vez que llegamos a la cima del Arco doblamos a la izquierda (ver la foto de abajo).

Cuando llegamos a la cima del Arco, doblamos a la izquierda y pasamos por atrás de las famosas antenas.

En la cima del Arco, pasamos por atrás de las famosas antenas, y recorremos 2K hasta “El Caño”, llamado así porque, precisamente, hay un caño que sobresale del suelo (ver foto de abajo). Este tramo es por senda muy irregular ya que tiene permanentes ascensos y descensos y un terreno muy técnico plagado de piedras que hacen muy complicado el tránsito.

Desde la cima del Arco a «El Caño» hay 2K. El caño sobresale del suelo unos 50 centímetros, como se ve en la foto. Desde este punto subimos poco más de 500 metros hacia la cima del cerro Santo Tomás de Aquino (al fondo a la derecha de la foto).

Desde “El Caño” comienzan poco más de 500 metros en subida hacia la cima del cerro Santo Tomás de Aquino. La trepada tiene un desnivel positivo aproximado de 100 metros por senda muy técnica. En un tramo hay que seguir atento el sendero porque se desdibuja por las piedras, aunque hay pircas que nos guían.

La cima del cerro Santo Tomás de Aquino.

Una vez que llegamos a la cima del Santo Tomás, luego de un leve descenso, comienza una trepada muy brava durante casi 4K, con un desnivel positivo de aproximadamente 500 metros. Durante el primer kilómetro y medio tenemos que sortear el desnivel más agudo y es donde debemos ir muy atentos a las pircas que nos guían porque la senda se desdibuja por las piedras. Atención: en el kilómetro 10 del recorrido, aproximadamente a un kilómetro de la cima del Gateado, la senda se bifurca. Allí, donde hay una pirca (ver foto de abajo), hay que tomar a la izquierda ya que si tomamos a la derecha vamos a faldear el cerro.

Durante el ascenso al cerro Gateado, nos encontraremos con esta pirca. Allí, debemos tomar a la izquierda y trepar un kilómetro más hasta llegar a la cima.

Desde la pirca hacemos un kilómetro más para llegar a la cima del cerro Gateado a casi 2.100 msnm.

Cima del Gateado.

Desde la cima empieza una bajada de unos 3K. Tenemos que tomar la senda que indicamos en la siguiente foto. La misma está enfrente al cartel que reza “Gateado”: bajamos unos metros y doblamos a la izquierda.

Estamos en la cima del Gateado. El cartel que dice «Gateado» está a la espalda de esta foto. Empezamos a bajar por la senda que vemos de frente. A los pocos metros, debemos doblar a la izquierda. La senda nos lleva sola.

Vamos a ir por un sendero por el cual faldeamos el cerro Vizcacha. Es bastante trabado con muchas ondulaciones y con segmentos muy técnicos. El último kilómetro es en franca bajada. Así desembocamos al puesto Tres Quebradas.

Por este sendero faldeamos el cerro Vizcacha y bajamos hacia el puesto Tres Quebradas.

Caundo lleguemos al puesto Tres Quebradas (foto de abajo), mirándolo de frente, tenemos que doblar a la izquierda y bajar por la quebrada del Manzano exactamente dos kilómetros. Salvo un “escalón” bastante alto que debemos saltar con precaución, lo demás es muy trotable.

Enfrente tenemos el puesto Tres Quebradas. Debemos doblar a la izquierda y bajar dos kilómetros.

Cuando transitemos por la quebrada Manzano, debemos ir (durante 2K) pegados a su pared izquierda hasta encontrarnos con la pirca que sale en la siguiente foto.

La pirca que nos indica el inicio del «by pass» Mal Paso.

La pirca nos indica el sendero que debemos tomar. Es un “by pass” que históricamente se llama Mal Paso. Son 2,3K muy complicados porque la senda tiene muchas ondulaciones, porque el suelo es muy técnico y porque la abundante vegetación complica mucho divisar el trayecto. Es conveniente ir despacio para no perder el camino.

El sendero del «Mal Paso» es muy complicado porque es muy trabado, tiene muchas ondulaciones, y la vegetación hace perder un poco el rumbo. Hay que ir muy atentos.

Luego del “Mal Paso”, saldremos nuevamente a la quebrada del Manzano, tal como lo muestra la siguiente foto. Doblamos a la izquierda y, en bajada, la quebrada nos lleva sola, durante 7K, al punto del que partimos. Importante: primero iremos por los senderos de la quebrada hasta que veremos una huella, por la misma quebrada, que nos conducirá a una tranquera que la traspasamos y doblamos a la derecha para ir los últimos metros hasta la Puerta de la Quebrada.

Luego del by pass bajamos por la quebrada del Manzano, que nos lleva sola al punto de partida.

Mapa del recorrido

Mapa del recorrido que proponemos.

Consejos

Algunos tips para que tu salida sea lo más segura posible:

-Primero que nada no es un circuito para hacerlo solo, especialmente la primera vez. La mayor parte de los senderos están bien demarcados por el paso de ganado y el trajinar de senderistas y trail runners. Pero, como todos los cerros menducos, son muy complicados con terrenos muy técnicos y algún que otro precipicio.

-Saliendo en compañía o solo es imprescindible avisarle a amigos o familiares qué circuito vamos hacer y que los llamaremos cuando concluyamos la expedición. De esta manera, si nos perdemos ellos se darán cuenta y llamarán a las autoridades de rescate.

-Hay que salir con la mochila bien equipada. No nos tiene que faltar hidratación (no menos de 2 litros de agua) y alimentación (geles, frutos secos, frutas, etc.)

-Asimismo,  debemos llevar elementos de seguridad: manta térmica; silbato, para que nos ubiquen más fácil si nos perdemos; linterna frontal, por si nos extraviamos y se nos hace de noche; botiquín de primeros auxilios con, entre otros contenidos, antidiarreicos, antiinflamatorios, antihistamínicos, vendas, curitas, desinfectantes.

-Buff o gorra (sahariana en lo posible), crema solar y anteojos oscuros.

-Recordar que los fondos son para acumular kilómetros en nuestro plan de entrenamiento, por lo que si bien es bueno simular situaciones de carrera no es conveniente “matarse” metiendo mucha velocidad (para eso tendremos la competencia que preparamos).

-No usar auriculares para escuchar música. Perdemos uno de los sentidos (el de la audición), lo cual nos quita concentración. Además en la montaña la mejor música es la del viento y la de las aves autóctonas.

-Colocarse en los pies vaselina para prevenir ampollas y usar zapatillas para trail que nos garanticen un buen agarre y tracción. Tengamos en cuenta que en el terreno de la precordillera mendocina predominan las piedras.

-Durante el recorrido es probable encontrarse con ganado bovino o equino de los puesteros de la zona. No molestarlos.

-También es probable encontrarse con guanacos y otra fauna autóctona. Respetarlos. Ese es su hábitat, nosotros somos los “intrusos”.

Fotos: Claudio Pereyra Moos

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.