El domingo pasado se llevó a cabo la 12° Maratón y Caminata Instituto Médico Río Cuarto donde participaron unas mil personas, si tenemos en cuenta todas las distancias -10K y 4K-, la Kids y el paseo saludable.
En el marco de la política de Mendoza Corre de dar a conocer carreras de todas partes de nuestra Argentina, pusimos bajo nuestra lupa la Maratón y Caminata Instituto Médico Río Cuarto para poner en relieve la calidez cordobesa.
Es que fue llamativo, al menos para un mendocino, ver cómo la gente salió a las calles a alentar y dar fuerza a los runners que, apoyados por tanto afecto, reunieron las fuerzas necesarias para enfrentar una mañana muy calurosa.
Paralelamente a este panorama social tan hermoso, ocurrió un hecho de inseguridad -aparentemente una balacera entre bandas próxima al predio de largada- que no culminó en tragedia de milagro. Antes, nos referiremos a la carrera en sí y culminaremos con una reflexión sobre este lamentable suceso.
Los 10K masculinos
El podio de los Caballeros fue copado por Rodrigo Lucero (33:26), Gabriel Alaniz (33:49) y Kevin Montiel (34:35).
Los 10K femeninos
Las chicas más veloces fueron Jimena Mercau (39:16), Forencia Tissera (40:52) y María Victoria Cieslak (44:21).
Los 4K masculinos
Los tres primeros hombres que cruzaron la meta fueron Thiago Ávila (13:30), Tiranti Sandino (13:32) y Leandro Tissera (13:43).
Los 4K femeninos
Las féminas que subieron al podio fueron Jorgelina Gallardo (16:52), Camila Pérez (19:07) y Jazmín Nievas (19:22).
Clasificaciones
Hacé click acá para conocer las clasificaciones.
Postales
Jimena Mercau. La ganadora de los 10K
Rodrigo Lucero. El ganador de los 10K.
Kids. Los “locos bajitos” tuvieron su carrera.
El running no escapa al drama social
Una Argentina con un 53% de pobreza, incluido un 18% de indigencia, habla de un país destrozado socialmente, con valores éticos y morales absolutamente desdibujados.
El lector se preguntará la causa de que este medio dedicado al running saque a colación el drama que vive nuestro país.
Es que el running, más allá de su magnífica carga de buena onda que ayuda a millones de argentinos a sobrellevar la crisis, no puede escapar a las consecuencias de una sociedad quebrada económica y moralmente.
El domingo pasado en Río Cuarto, en el medio de un evento que celebraba la vida, casi ocurre una tragedia (que no se consumó por milagro)..
Es que, en la previa de la competencia, afortunadamente cuando aún no estaba la totalidad de los atletas, se produjo un tiroteo a una cuadra del predio dispuesto para la largada de la 12° Maratón y Caminata Instituto Médico Río Cuarto. Aparentemente el origen de la balacera habría sido un enfrentamiento entre bandas. Como sea, una bala perdida dio en uno de los hombros de una señora parte del staff de la carrera.
La policía y las ambulancias de socorro acudieron inmediatamente y, gracias a un gran manejo de las fuerzas del orden y de la locutora del evento, la situación no pasó a mayores.
Muy triste lo sucedido e inevitable no referirse a él ya que pudo haber derivado en una tragedia mayúscula que demuestra claramente el país socialmente dividido que tenemos que vivir (y sufrir).