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“Marcha” a la gloria

Martina Castellón se coronó hace dos semanas campeona nacional U20 de marcha atlética. La entrevistamos para que nos hablara de su historia, presente y de lo que espera del futuro.
Martina Castellón “marchando” a la gloria.

Martina Milagros Castellón se coronó campeona de los 10 mil metros de marcha atlética en el Nacional U20, que se celebró en la pista sintética del ENARD de la CABA el fin de semana del 8 y 9 de junio.

Por ello, fuimos al encuentro de esta “teen” de 17 años que no oculta su edad porque no se esfuerza en simular su voz tímida, característica ésta que no alcanza para tapar su carácter decidido y valiente.

Esa decisión y valentía la llevó a apostar por una disciplina poco reconocida, algo muy injusto porque para su práctica se necesita una fuerza psicológica a prueba de balas, especialmente cuando se “marcha” desde la adolescencia, etapa donde la mayoría de los mortales buscan que todo se concrete rápidamente.

Antes de seguir con la maravillosa historia de vida de “Marti” tenemos que señalar, para los que no lo saben, que la marcha atlética consiste en caminar lo más rápido posible sin llegar a correr, por lo que siempre hay que tener un pie en contacto con el suelo.

Los inicios

Martina vive con su papá Carlos y su hermanita Agustina (13), también campeona de marcha (se consagró en los 3 kilómetros de ruta de Mar del Plata).

Empezó en el mundo del atletismo casi por casualidad ya que su progenitor trabajaba en el mantenimiento de la pista de atletismo del Polideportivo Juan Domingo Ribosqui de Maipú. “Él nos traía todos los días a mí y a mi hermana. Un día nos dijo ‘¿quieren probar’. Y así empezamos”, relata con una sonrisa cómplice.

La maipucina practicó diferentes disciplinas hasta que en un torneo escolar participó en la competencia de marcha. “Fueron siete vueltas y gané. Me dijeron si quería probar. Dije ‘bueno’ y acá estamos”, señala con alegría porque esa decisión inicial hoy la llevó a un gran presente que la proyecta a un futuro prometedor en el mundo del atletismo.

Ni lerda ni perezosa, la profesora de la escuela Atletismo Maipú Paola Ábrego, una verdadera visualizadora de talentos, vio que había pasta y puso manos a la obra en la formación de valores humanos y deportivos de esa niña humilde.

Martina en un entrenamiento de marcha.

Su día a día

“Para mí el atletismo es todo. Me saca de los problemas, me despeja y me alegra”, cuenta “Marti”.

Ante la pregunta de cómo es su vida, describe su trajín diario: de lunes a viernes se levanta a las 9 de la mañana, desayuna, hace sus tareas, almuerza a las 11, va a la Escuela Raúl Ricardo Alfonsín -estudia Economía y Administración de Empresas-, de donde sale “marchando” al “Poli” Ribosqui a las 18:40 horas para entrenar entre las 19 y 21 horas. Los sábados entrena a la mañana y los domingos aprovecha para salir con su papá y hermana. Así describe sus días de descanso: “Nos gusta ir a comer afuera, especialmente a la montaña”.

El camino a la gloria cuesta, pero vale la pena.

Sus objetivos

“Me gustaría ser campeona nacional. Llegar a tener un título más grande para representar a Argentina y llegar lo más alto posible en un Mundial o unas Olimpíadas”, dice Martina al referirse a sus sueños. “El año pasado, en el Nacional de Ruta de Entre Ríos, estuve a 14 segundos de la marca para llegar a los Sudamericanos”, cuenta.

En lo inmediato, quiere mejorar su marca personal en los 10 mil metros, que hoy es de 56 minutos y 07 segundos. “Me gustaría llegar a los 53 minutos”, dice decidida.

Martina en un entrenamiento de fuerza.

La voz de su formadora

La profesora Paola Ábrego dice de su alumna Martina Castellón:

  • “Tiene una gran proyección y sobre todo las ganas y la pasión por lo que hace. La marcha atlética es una prueba muy difícil y poco reconocida. Sin embargo ella, desde su primer día, se propuso mejorarse a ella misma y lo consigue todos los días”.
  • “No tiene techo ¡Así que le falta mucho! Pero lo principal es ella y su motivación, que siga siendo constante. Los sueños se trabajan todos los días. Si sigue así, en algún momento, llegará su oportunidad y seguirá creciendo”.
  • “Martina es Martina. Es diferente, perseverante y confía en ella y en su potencial. Podría haber abandonado más de una vez. Sin embargo siguió y sigue. Tiene mucho por delante aún”.
Martina y su sonrisa tímida.

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.