Calor popular recibió el domingo Ariel Chia en su Desafío Solidario, que consistió en unir al trote la Ciudad de Mendoza con Junín con el objetivo de invitar a la gente a donar alimentos no perecederos para la ONG Ayudemos a Ayudar.
El atleta juninense recorrió los poco más de 65 kilómetros (km) que dibujó por Ciudad, Guaymallén, San Martín y Junín, hasta el límite con Rivadavia, en 5 horas y 35 minutos, aún a pesar de una ampolla que lo tuvo a maltraer en todo el recorrido.
Ariel se había propuesto hacer el trayecto en menos de 5 horas pero el percance físico que sufrió, y que ocultó porque no quería dejar de cumplir su promesa, aumentó aún más la dimensión del esfuerzo titánico que llevó a cabo.
La cruzada, con visos de épica, no fue en vano ya que el runner solidario consiguió que la gente donara más de 300 kilogramos (kg) de alimentos no perecederos, a lo que habría que sumar los aportes a los que se comprometieron las intendencias que apoyaron la movida.
La emoción empezó temprano
Pasadas las 9 de la mañana Ariel partió junto a sus amigos runners Leonel, Carlos y Ulpiano Suárez, intendente de Capital, con quienes hizo los primeros 10 km por las calles citadinas y el Acceso Este.
Allí ya se pudo palpar que la jornada dominical iba a ser muy emotiva: en la largada se arrimó gente de A.Ma.Vet. (Asociación Maratonistas Veteranos) para alentar a su amigo.
Asimismo, su entrenador Javier González, de AMEG, lo acompañaba en vehículo para coordinar la logística y, en moto, le hacía el “aguante” el intendente de Junín, Héctor Ruiz, junto a su director de Deportes Mario García, pero que acompañaba en bici.
Además, la caravana era escoltada por dos ambulancias, dos efectivos de la Policía Motorizada y por vehículos que transportaban a, entre otros, los dos hijos de Ariel, a su hermano Carlos y Nico y Pablo Gini.
Cuando la cosa se puso difícil por un fuerte viento en el Acceso Este, los hermanos Gini se turnaron para acompañar al trote al runner solidario que, a esa altura, no sólo tenía que luchar contra las ráfagas de aire sino también con los dolores insoportables de la rebelde ampolla que le hacía la vida imposible en su talón izquierdo.
Calor popular
Los dolores musculares que ya sentía por los intensos 40 km que había hecho empezaron a ceder gracias al apoyo popular que Ariel fue recibiendo a medida que ingresaba a los cascos urbanos de la zona Este…
Los bomberos de Palmira se sumaron a la cruzada y, cuando entró a la ciudad de San Martín, la runner Magdalena le empezó a marcar el paso por el territorio del departamento más grande del Este.
Frente al histórico edificio municipal sanmartiniano, lo esperaba el intendente local, Raúl Rufeil, que lo saludó, lo apoyó y alentó a que siguiera la “loca” carrera que ya entraba en su última etapa. Además, un kinesiólogo le hizo unos reparadores masajes.
El apoyo de su “pueblo”
El derroche de emociones aumentó a niveles astronómicos cuando Ariel ingresó, por el distrito La Colonia, a su departamento. Ya lo acompañaban chicos de AM Runners y de Junín Running. La gente comenzó a aplaudirlo a rabiar y, ya a esa altura, las lágrimas eran inocultables.
Así las cosas, fueron épicos los pasos por el histórico y hermosísimo carril Isidoro Busquets, al abrigo de sus añosos plátanos que brindaban una reconfortante sombra ante el calor dominical.
Los últimos kilómetros, en la villa cabecera de Junín, por avenida Mitre, primero, y por carril Retamo, después, ya fueron netamente movilizadores de sentimientos porque el “pueblo” del atleta demostró todo su cariño.
El periplo culminó en la Rotonda de Mundo Nuevo, en el límite de Junín y Rivadavia, donde lo esperaban el intendente local Héctor Ruiz y el jefe comunal rivadaviense, Miguel Ronco, con una cinta de llegada simbólica.
Agradecimientos
Al borde del llanto, al pie del monumento que simboliza la unión de Rivadavia y Junín, Ariel Chía se dirigió a los presentes que lo aplaudieron en todo momento.
“Muchas gracias por el apoyo”, fue lo primero que se le ocurrió decir y agregó que “esto no se puede hacer solo. Hay mucha gente que trabajó: el profesor Javier González, mi amigo Mario García, al intendente (de Junín, Héctor Ruiz) que me regaló un par de zapatillas…”
Para finalizar, el atleta solidario expresó su “alegría” por los alimentos no perecederos que se lograron recolectar para ayudar “en estos momentos tan difíciles” y extendió su gratitud a los intendentes de Rivadavia, Miguel Ronco; de Ciudad, Ulpiano Suárez; de Guaymallén, Marcelino Iglesias y de San Martín Raúl Rufeil.
“Todo se puede”
En diálogo con Mendoza Corre, Ariel contó que a lo largo de los 65 km sintió “una emoción que me invadió el corazón. Me sentí realizado al cumplir mi promesa, como me enseñó mi papá. Todo se puede, lo que te propongas lo podés lograr, todo está en la cabeza…”
Chia destacó que “desde que entré a San Martín, y hasta que llegué a Rivadavia, estaba lleno de gente, lo cual fue una inyección de adrenalina que me ayudó mucho cuando las piernas no daban más”.
“Está difícil la cosa”
Mendoza Corre pudo hablar con Paola Reinchisi de Ayudemos a Ayudar, la ONG solidaria que fue la destinataria del esfuerzo de Ariel.
La dirigente social destacó que “nunca recibimos tanto apoyo como en esta ocasión” ya que se recolectaron más de 300 kg de alimentos no perecederos que aportó la gente.
A esto habría que agregar los aportes a la que se comprometieron los municipios por donde pasó el atleta juninense.
Paola subrayó que “está difícil” la situación social y que eso se palpa porque la gente no puede donar mucho. También explicó que su organización trabaja especialmente con colegios de zonas rurales.
Foto de tapa: gentileza Prensa Municipalidad de Junín
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A seguir con esos ejemplos tan solidarios que enrriquecen el alma gracias exelente nota