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Los “imperios” se “apropiaron” de la Patagonia

El norteamericano Jim Walmsley se quedó de manera incuestionable con el K42 de Villa La Angostura, al ganarlo prácticamente de punta a punta, y por lo tanto se consagró campeón del World Mountain Running Championship.

Asimismo el equipo español fue el dueño del campeonato por equipos gracias a la buena perfomance de sus atletas Oriol Cardona, que concluyó en la tercera posición; Andrei Simon (5°) y Antonio Martínez (7°).

El representante del «imperio» español que se quedó con el mundial por equipos.. Foto: gentileza Omar Hernández (DT seleccionado español).

La “revancha” de los países menos desarrollados vino por el lado de las Damas, donde se consagró la rumana Cristina Simion que se quedó con la Long Distance en los últimos 10 kilómetros luego de un apasionante duelo con las francesas Adeline Roche y Blandine L’Hirondel.

Así las cosas, el podio masculino de la Long Distance fue copado por Walmsley (3:12:16); por el italiano Francesco Puppi (3:13:04) y por el español Oriol Cardona (3:20:24).

La rumana Cristina Simion en parte de la trepada del cerro Bayo. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Los tres primeros teams fueron España; EEUU, gracias al desempeño de Walmsley (1°), Hayden Hawks (6°) y David Sinclair (10°) e Italia, gracias a las clasificaciones de Puppi (2°), Gabriele Bacchion (8°) y Luca Cagnati (17°).

En tanto que los tres primeros puestos de las Damas fueron de Simion (3:49:57) y de las francesas Adeline Roche (3:51:56) y Blandine L’Hirondel (3:52:07).

Las francesas que se quedaron con el oro en el campeonato de equipos. Foto: Claudio Pereyra Moos.

El podio femenino de los equipos estuvo copado por Francia, gracias al desempeño de Roche (2°), L’Hirondel (3°) y Sarah Vieuille (12°); España, por las clasificaciones de Sheila Aviles (5°); Ainhoa Sanz (6°) y Elisabet Gordon (9°) y por Rumania, por el desempeño de Simion (1°), Duiculeasca Dragomir (8°) y Mónica Florea (18°).

De esta manera se cerró el Campeonato Mundial de Carreras de Montaña, donde los principales puestos fueron ocupados por las potencias del primer mundo (los «imperios» yanqui y español), relegando a los países menos desarrollados, latinoamericanos incluidos, que quedaron muy atrás.

El italiano Puppi en el kilómetro 15 de carrera. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Los argentinos y mendocinos

Argentina finalizó en el noveno lugar entre los equipos masculinos: su mejor representante fue Darío “Lalo” Ríos, que termino 23° con un tiempo de 3 horas, 35 minutos y 28 segundos. Los otros compatriotas fueron José Rivera (35°, 3:48:14) y Eliseo Narváez (42°, 3:50:58).

Lalo Ríos en la cima del Bayo. Foto: gentileza K42 Series.

Entre las mujeres, el team nacional también finalizó en el noveno lugar, merced al desempeño de Roxana Flores (31°, 4:24:59), Yennifer Castro (33, 4:35:41) y Sol Andreucetti (44°, 4:45:33).

Roxana Flores. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Los mendocinos

La gran decepción nacional fue sin dudas que el crédito mendocino en el trail, Cristian Mohamed, tuvo que abandonar antes del cuarto de carrera por una lesión que lo tuvo a maltraer durante gran parte del año. “Vengo de un desgarro de 4 centímetros que lamentablemente no curó bien y tuve que abandonar en el kilómetro 8”, explicó el sanrafaelino muy apesadumbrado.

Cristian Mohamed antes de la largada. Foto: Claudio Pereyra Moos.

Por el lado de las chicas, Sol Andreucetti aprovechó para ganar experiencia. Con su juventud, tiene apenas 22 años, esta carrera le sirvió sin duda alguna para ir aprendiendo. Ella tiene aptitudes, disciplina y perseverancia por lo que la pupila de Osky Tello tiene todo un futuro por delante.

Sol Andreucetti. Foto: Claudio Pereyra Moos.

El circuito

Los corredores se enfrentaron a un circuito de 41,5K con un desnivel positivo de 2.184 metros y un desnivel negativo similar, con una altura máxima de 1.778 msnm.

Los trail runners largaron desde la Plaza Paseo de los Pioneros, por un camino de asfalto de algunos metros por Avenida Arrayanes y Boulevard Pascotto para adentrarse luego en el primer ascenso.

La primera subida, de casi 5K, fue una parte muy técnica en zona boscosa con grandes árboles y con pendiente brava, rumbo al filo del cerro Belvedere. Luego iniciaron el descenso hacia el Golf de Villa La Angostura, cruzando en el camino el arroyo Las Piedritas, y con un fuerte ascenso en el final del camino, con una inclinación del 25%.

Primera trepada brava de la carrera. Foto: gentileza K42 Series.

La Casa de Ceferino fue el siguiente punto de referencia para los atletas, hasta la Ruta 40, para luego llegar al punto más bajo de la carrera, a los 800 msnm. Desde la Tranquera de Fonseca llegaron hasta la bajada del circuito de MTB, un descenso rápido que pasó por La Piedra hasta llegar a la base del Cerro Bayo.

Allí comenzaron la parte central de la carrera: una subida que definió todo antes del descenso hacia la llegada: El Raizal. Son algo más de dos kilómetros de bosque cerrado y húmedo para derivar en el Lomo del Raizal y llegar hasta el Camino de las Vacas para llegar a la cima del Bayo, uno de los lugares más increíbles de Villa La Angostura porque se aprecia una vista que lleva al éxtasis de los sentidos, al poder contemplar desde arriba a los lagos patagónicos.

Cima del Bayo, la parte más bella de la carrera. Foto: gentileza K42 Series.

Una vez allí, los corredores afrontaron 10 kilómetros de descenso veloz sin grandes dificultades técnicas. El último tramo es sobre avenida Arrayanes, donde la gente esperó para aplaudir a cada uno de los deportistas hasta arribar al arco, en la Plaza Paseo de los Pioneros.

Primera parte de la bajada final. Desde acá venían 10K de vertiginoso descenso.

Tiempo fantástico

Sabemos que si hay una caprichosa, esa es la montaña, y más aún la patagónica.

Es que ayer, los trail runners que corrieron las Classics Juniors (7,6K) y Seniors (14,7K) tuvieron que vérselas con un tiempo bastante complicado: cielo nublado, viento y una persistente llovizna que convirtió muchos tramos de la carrera en verdaderos lodazales. (click acá para leer la nota de esa jornada deportiva).

Sin embargo, hoy, a la hora del plato fuerte de la Long Distance (42K), el día presentó un sol radiante y una atmósfera templada (no calurosa) ideal para correr, y para poder apreciar en toda su magnitud la belleza de los bosques, cerros y lagos neuquinos.

Filo del Belvedere. El sol radiante permitió disfrutar al máximo los paisajes. Foto: gentileza K42 Series.

El desarrollo

En cuanto a los varones si decimos que Wamsley la tuvo fácil porque ganó casi de punta a punta sería mentiroso. El estadounidense tuvo al italiano Puppi permanentemente pisándole los talones por lo que el ganador no pudo relajarse nunca. Es más, por un período breve, en la cima del Bayo, Francesco superó a Jim.

La lucha por el tercer puesto sí fue bastante entretenida. El español Cardona, junto al británico Jon Albon y los yanquis David Sinclair y Hayden Hawks (que en los primeros kilómetros le dio batalla a los dos punteros) formaron un pelotón que no se daba tregua desde la primera subida, la del Belvedere. Pero la trepada más difícil, la del Bayo, signada por tramos de arena volcánica y hasta nieve en lo más alto, y la última bajada fueron decisivas para que el ibérico se aferrara al tercer escalón del podio.

En la cima del Bayo, el italiano Puppi superó brevemente al norteamericano Womsley. Foto: gentileza K42 Series.

En cuanto a las chicas, el desarrollo fue muy emocionante por la lucha en los tres primeros puestos. Desde el vamos, las francesas Adeline Roche y Blandine L’Hirondel fueron las dueñas de los dos primeros puestos, aunque en un pequeño segmento la peruana Aydé Lozoya les hizo compañía, pero el esfuerzo la “desinfló” por lo que quedó ahí nomás relegada en la lucha por los puestos de privilegio.

La que no se desinfló fue la rumana Cristina Simion que fue tercera, en un lugar expectante, hasta poco después de la cima del Bayo. De esta manera, en la bajada final, de sus reservas sacó energía y superó a las galas para cruzar la meta en el primer lugar con casi dos minutos de ventaja sobre la segunda.

Cristina, una vez consagrada, no pudo contener las lágrimas, protagonizando un momento verdaderamente emocionante de la jornada mundialista. Nadie la tenía en los planes y terminó consagrándose campeona.

El llanto de la ganadora. Foto: Facebook, gentileza K42 Series.

La Open Race

En cuanto al K42 tradicional donde corrieron los trail runners aficionados, encabezados por élites argentinos clasificados en la K21 Series y Copa Optitech, tuvo un protagonista excluyente, Sergio Pereyra (3:41:58) que ganó de punta a punta.

El neuquino estaba realmente muy feliz porque en su cuarto intento logró uno de sus anhelos deportivos: ganar el K42. De acá a fin de año tiene pensado pegarse una vuelta por Malargüe para participar del ultra Las Leñas.

Sergio fue acompañado en el podio por los cordobeses Lucas Castro Feijoo (4:09:16) y Mauro Romero (4:09:46).

Sergio Pereyra estaba feliz luego de su victoria. Foto: Claudio Pereyra Moos.

En cuanto a las chicas, la ganadora vino de Suiza: Michela Segalada (4:33:39) se impuso cómodamente. La escoltaron las cordobesas Adriana Vargas (4:41:50) y Tania Díaz (4:47:39).

Esta competencia es la que le dio más color a la jornada ya que casi 2.000 trail runners partieron de la meta a las 9 de la mañana (20 minutos después que los élites del Campeonato Mundial).

La suiza ganadora del Open Race. Foto: Facebook, gentileza K42 Series.

Agradecimiento especial

Esta aventura periodística y deportiva cuenta con el apoyo de la Secretaría de Bienestar Universitario de la UNCuyo, sin el cual hubiera sido imposible realizarla.

Foto portada: gentileza Facebook, gentileza K42 Series

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.