Yo Corro por Malvinas se desarrolló en un marco muy agradable porque los atletas disfrutaron de una atmósfera fresca, con una temperatura que siempre estuvo por debajo de los 20° C, acompañada por el sol otoñal mendocino, ese que abriga el alma y el corazón.
Pero lo que más contribuyó a vivir esta mañana una jornada maravillosa en el distrito sancarlino de Eugenio Bustos fue el clima de emoción que se vivió en los momentos previos a la largada donde se homenajeó a los veteranos de la Guerra de Malvinas.
El maestro de ceremonias recordó la recuperación de las Malvinas el 2 de abril de 1982 en un contexto de un gobierno de facto que recurrió a la guerra para legitimar su poder que tambaleaba, aunque -subrayó- no había que dejar de resaltar el papel de nuestros héroes de guerra que, más allá de la cuestión política, dieron la vida por su patria.
Luego, vino un momento muy emotivo con la entonación de Aurora, al momento del izamiento de las enseñas patria y provincial; de nuestro himno nacional y, obviamente, la marcha de las Malvinas, que provocó a más de un presente que se le “piantara” un lagrimón.
Pero donde los corazones se detuvieron fue cuando el diputado provincial Mauricio Torres le entregó a Juan Lucero la resolución de la cámara baja mendocina que declaró de interés a “Yo Corro por Malvinas”. Juan es hermano de Ricardo “Tom” Lucero, el piloto sancarlino que tuvo un papel preponderante en la batalla por aire del 25 de mayo de 1982 en la Bahía de San Carlos. Precisamente, la competencia de hoy fue bautizada con el nombre de este héroe que perdió la vida en 2010 (*).
El circuito
Fiel al principio de las crónicas de Mendoza Corre, antes que nada, describiremos el dibujo por el que los atletas corren ya que ello es fundamental a la hora de hablar del desarrollo de cualquier competencia.
Los runners largaron alrededor de las 10 AM desde el predio de la AMSUPLP (Asociación Mutual Soldados Unidos por la Patria), sito en la intersección de las calles San Martín y El Indio de Eugenio Bustos.
Desde allí, los protagonistas se dirigieron a la calle El Indio para tomar hacia el oeste y hacer la mitad del recorrido elegido (21K, 14K o 7K) y, tras un retome, volver al punto de partida, que sirvió también para la llegada.
Los corredores disfrutaron de un lindo circuito de calle prácticamente plano y con un piso impecable, ideal para desplegar velocidad y buscar marcas personales.
Los 21K
Los ganadores de esta distancia, Alexis Konrad y Ester González, no tuvieron problemas en quedarse con la competencia ya que la dominaron de principio a fin con una buena renta sobre sus adversarios.
Así las cosas, el podio masculino quedó compuesto por el pampeano Konrad, el cabo del Batallón de Ingenieros Guillermo Aguado y por el sancarlino de Go Fit Eduardo Caballero.
En tanto que a la sancarlina González la sucedieron las chicas del mismo departamento y del team de Go Fit Estela Peñaloza y Andrea Ríos.
Los 14K
Acá, los que triunfaron, con absoluta comodidad ya que fueron dueños de la punta toda la carrera, fueron el tupungatino del team Los Coroneles Osvaldo Espíndola y la sancarlina de Go Fit Cecilia Rivas.
A Espíndola lo acompañaron en el podio el sancarlino de Diente Running Team Aquiles Romero y el tunuyanino Silverio Funes.
Asimismo, a Rivas la sucedieron la tupungatina de Tupun Run Viviana Ubilla y la sancarlina de Go Fit Vanesa Palleres.
Los 7K
En este caso, al igual que en las otras dos distancias, los triunfadores, los sancarlinos de Go Fit Javier Berón y Anabel Godoy, dominaron la prueba a voluntad con una buena diferencia sobre sus oponentes.
De esta manera, a Berón lo siguieron Santiago Bazán y Miguel Méndez, y a Godoy Patricia Serrano e Isabel Gómez.
(*) Sobre el héroe homenajeado
Ricardo “Tom” Lucero, nombre de la carrera de hoy, fue un piloto de destacada labor en el conflicto del Atlántico Sur que tuvo su principal acción el 25 de mayo de 1982.
Ese día, como miembro de una escuadra de cuatro cazabombarderos A-4C Skyhawk, armados con bombas retardadas por paracaídas, atacó una flota británica en la Bahía de San Carlos.
Producto de un fuerte fuego antiaéreo fue derribado por un misil Rapier, por lo que tuvo que eyectarse de su avión para caer en las frías aguas del Atlántico Sur. Fue rescatado por el HMS Fearless, el mismo buque que había atacado. Así, se transformó en el primer piloto de la Fuerza Aérea hecho prisionero por una potencia extranjera durante una acción bélica.
Una imagen del sancarlino malherido, rescatado por sus enemigos y con un militar apuntándole con un fusil, recorrió el mundo. Respecto a su salvataje, dijo que el enemigo tuvo con él un trato correcto (de hecho, las primeras intervenciones quirúrgicas que tuvo fueron en hospitales de campaña británicos).
Lucero, a quien sus camaradas lo describían como una persona afable (le decían Tom por el personaje sencillo y bondadoso del libro La Cabaña del Tío Tom), se retiró a mediados de los ’90 y luego se dedicó a la aviación civil.
Falleció a los 53 años el 3 de marzo de 2010 al estrellarse su avioneta contra un eucaliptus en la localidad cordobesa de Sacanta mientras fumigaba un campo de soja.
