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El pelado nos dejó una luz

“Cuando un amigo se va queda un espacio vacío, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo. Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido, que no se puede apagar ni con las aguas de un río…” Alberto Cortez.

La comunidad runner mendocina quedó impactada cuando se enteró que su camarada Walter Márquez falleció durante la madrugada del 9 de junio, tras un accidente en el Corredor del Oeste mientras manejaba su moto.

Es que el pelado era una de esas personas que con una personalidad afable y una sonrisa fácil le caía bien a todos. Pero, lo más importante, más allá de la buena imagen que daba por su trato cálido, es que realmente era un buen tipo. A tal punto que el ambiente del trote mendocino lo quería y sus compañeros del team Urban Running lo adoraban.

Cuando la trágica noticia se esparció como reguero de pólvora, sus amigos y conocidos no lo podían creer e inmediatamente las redes sociales se plagaron de posteos con mensajes de consternación, primero, e, inmediatamente después, de solidaridad para sus familiares.

También, en cada rincón del Parque, donde entrenaba con sus compañeros de trote, a más de uno se lo vio llorar.

La carrera solidaria que empezó y concluyó en la Fuente de los Continentes..

Solidaridad en acción

Luego de la consternación inicial, los compañeros de Urban Running y de la comunidad del trote mendocino se pusieron en movimiento para dar una mano.

Así las cosas, con la profesora líder de su team a la cabeza, Agostina Bellene, se convocó para ayer a las 15 horas en la Fuente de los Continentes a una carrera. El principal objetivo: recolectar fondos a través de una urna para ayudar a la familia de Walter.

La movida fue en realidad una caminata simbólica alrededor del Lago del Parque que, al concluir, sirvió además para manifestar el cariño por el runner que se fue. De esta manera, los asistentes firmaron una bandera y una remera estampadas con su foto que luego fueron entregadas a su mamá, junto al dinero recaudado.

Luego, a pesar de algunas lágrimas rebeldes que se encaprichaban en asomarse en los ojos de los presentes, no faltaron las anécdotas del amigo que despertaron más de una sonrisa. Así, los runners decidieron despedirse porque después de todo, lo que él dejó en este mundo fue su ejemplo de alegría.

Como decía el cantautor Alberto Cortez, es cierto que cuando “un amigo se va queda un espacio vacío” pero, a la vez, “queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río”.

Nada más cierto en el caso del “Pelado”, porque, al trote, se fue al cielo y nos dejó su luz, que quedará por siempre en cada rincón del Parque y en cada sendero, pista o ruta de Mendoza por donde él corrió.

Los chicos de Urban Running le entregaron la bandera y remera de la foto a la mamá de Walter (la señora con bufanda blanca y gorro marrón).

Fotos: gentileza Agostina Bellene (Urban Running)
Facebook: Fan Page Mendoza Corre (clikc acá para acceder)
Twitter: @mendozacorreok (click  acá para acceder)

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Claudio Pereyra Moos

Periodista por pasión, más que por profesión. Ultramaratonista de montaña que corre tras ideales: traspasar metas de carreras difíciles, trabajar por una sociedad más justa, viajar para conocer nuevos horizontes.
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