Conversar con Renzo Cremaschi es hacerlo con un atleta de ley: apasionado a más no poder.
Esa pasión se nota aún hablando vía WhatsApp, como no podía ser de otra forma en estos tiempos en los que todos vivimos corriendo de un lado para el otro, y más él que se dedica totalmente a eso, con el agregado de hacerlo saltando vallas de 107 centímetros de altura.
Fundamos esta afirmación que ante la primera pregunta que le hacemos, cómo vivió el sábado pasado su consagración en los 110 metros con vallas del Campeonato Nacional de Mayores de Concepción del Uruguay (14s39), nos contesta que, a pesar de los años que lleva en el atletismo, su experiencia “fue como he vivido cada torneo desde los 12 años: nervios, entusiasmo y ganas de correr y competir”.
Ahí nomás le interrogamos sobre cuáles serán sus próximos objetivos y su respuesta nos sorprendió mucho más. Es que, en vez de hablar de determinadas competencias en la que todo atleta aspira a participar, él, con sencillez, pero con mucha convicción, nos dice: “Mis próximos objetivos son seguir mejorando mis marcas personales y competir con atletas de más nivel que el mío”.
Para sacarle algo más le repreguntamos cuál es su sueño. Y nos consigna con más seguridad: “Uno de mis sueños es poder correr debajo de 14 segundos los 110 metros con vallas”.
Y sí, concluimos, sin lugar a dudas, que este profesor de educación física de 24 años de edad es un apasionado que lleva en la sangre los genes de todo deportista de ley: el de la sana ambición, por un lado, y, por el otro, el que dicta que, antes de competir contra sus adversarios, compite contra sí mismo en búsqueda de la permanente superación personal.
Renzo divide sus ajetreados días entre sus entrenamientos, sus labores y la vida familiar que comparte con su papá y mamá. Entrena todos los días, algunos a la mañana y otros a la tarde, según dicten los tiempos de sus trabajos: es que da clases de atletismo en la UNCuyo, de running en el equipo Victory Team y, por si fuera poco, a alumnos propios en forma personalizada.
La charla, aún virtual, se agotó porque tiene que salir como loco a entrenar, por lo que sólo queda tiempo para la despedida y los agradecimientos: “Quiero dedicar esta victoria a mis entrenadores Miguel Leiva y Guillermo Quintero; a mi deportólogo Cristian Galera; a mi kinesióloga Natalia Rodríguez; a la Universidad Nacional de Cuyo, por su permanente apoyo; a Muscle World Mendoza, por su ayuda en la suplementación, y a la dietética Ummu, por la comida saludable”.
Ahora sí, humilde, agradece a Mendoza Corre por la entrevista y se va corriendo a entrenar, aunque antes nos dice que el próximo fin de semana competirá en el Grand Prix Sudamericano de Chile.
Y sí, Renzo, es un campeón.
Foto: Facebook, gentileza Prensa CADA